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Jorge Briceño, el coloso de la Macarena


Por: Jesús Santrich, Integrante del Estado Mayor Central de las FARC-EP - resistencia-colombia.org

Muchas veces tuvo que haber visto nacer el alba mientras se embelesaba contemplando el firmamento sembrado de estrellas; muchas veces tuvo que haber contemplado manojos de silvestres loros retando las tormentas. Y, ¿cuántas veces sentimos su mirada escrutadora escarbando en los luceros las rutas ciertas del mañana? ¿No nos preguntábamos, acaso, como hacía para encontrar con tanto sencillo acierto las trazas necesarias de lo emancipante concreto?

"La historia no hace nada a medias y atraviesa muchas fases cuando quiere conducir una vieja forma social a la tumba…”

Karl Marx Contribución a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel, 1844.


Muchas veces tuvo que haber visto nacer el alba mientras se embelesaba contemplando el firmamento sembrado de estrellas; muchas veces tuvo que haber contemplado manojos de silvestres loros retando las tormentas. Y, ¿cuántas veces sentimos su mirada escrutadora escarbando en los luceros las rutas ciertas del mañana? ¿No nos preguntábamos, acaso, como hacía para encontrar con tanto sencillo acierto las trazas necesarias de lo emancipante concreto?

Guardián incansable del sagrado vientre de la tierra, hermano del monte, amigo del viento, guerrero de lluvia con lanzas de sol y flechas de tempestad entre sus manos; él solía interpretar la jerga húmeda del bosque para llenar de fe la conciencia rebelde de los oprimidos.

Hendida la historia por la tormenta, su cuerpo se vierte sobre la aurora y en forma de amor se extiende sobre las cosas.

La década muere adolorida, pero el grito de guerra del pueblo sufrido emerge en vindicta por el gladiador caído. Entonces, el mal presagio se disipa, al sentirse la manigua sonriendo en verde su esperanza, porque nunca un pueblo tuvo un salvador diferente a sí mismo; es decir, al universo colectivo de sus mejores hijos.

Confiamos a la selva, el fuego nuestro que detenga el caos, elevando hasta el eterno el resplandor creciente del ideal. Los anaqueles de la floresta resguardan su imagen de luz contra el ocaso.

Para un hombre que tuvo el valor de morir sin doblegarse, en una muerte que no es quietud y polvo sino simiente vegetal de los sueños justicieros; para un jaguar de azul celeste y verdor de fronda en el invierno; austero en todo menos en coraje y entrega por su pueblo, es decoroso partir entre la pólvora, como entre la pólvora se ha ido sólo para quedarse en la voz de las horas que derrama el tiempo.

Entre tanto, a las puertas de su gloria, las moles firmes del guardián andino, velan armadas la amada semilla de su humanidad caída; una estampida de sueños desata las riendas de la pólvora encendida: canto épico de la jungla, poemas de acero lanzando el verbo de sus balas y el sigilo de la ira incendiaria, combativa, asaltando con su fuego las feroces hordas del averno.

Ellos, ordenan su extinción, condenando sus restos al fondo melancólico de una fosa inaudita, lanzando su honor al pútrido fango de las mentiras… Pero, ¿qué maligna fuerza puede abatir por siempre la férrea dimensión de la verdad erguida?


Así, entonces, en el tumulto del amor encuentran el retorno nuestros muertos: un sepulcro de luna, un sarcófago de estrellas, un ara de ternura en el panteón del corazón y en la montaña, se eleva para cada combatiente que parte tras la luz de la utopía.

En lo extenso de los cielos, en la dimensión del día, en el socavón de la noche y en las cavernas de las sombras, aún ante las garras de la muerte, ante la evidencia del estruendo aleve, innúmeros serán los días de la evocación para los nuestros, en su larga marcha admirable hacia los intersticios del origen, hacia el regazo de la memoria, hacia las radículas del agua…; para elevarse cónsonos en las espigas del viento, o estirarse en la historia, aferrados a los largos dedos del destino con un haz de tempestades en el alma y un escudo de luna y hojalatas de niebla, y más coros de balas, de pájaros y bestias…; más coros de lianas, de robles y de insectos, agitando las brasas encendidas del rojo deseo de la leyenda guerrillera.

Entre revolucionarios, si la llama de la sangre se enciende en el pecho y el fugaz fantasma de la vida se vuelve adiós de caracolas, no hay voces fúnebres de sueños vencidos que le den cimiento al fósil del olvido, porque donde caen, los que luchan, con la magia de su propio ejemplo se elevan resplandecidos, alargando la aurora desde la alabanza del ayer dormido.
En él, los diluvios de la gloria derriban con creces la muerte ociosa.

Por eso, mientras el pueblo humilde lo quería y admiraba, ellos, los oligarcas, le temían y odiaban.

Querían sus enemigos, que son los enemigos del pueblo, verlo muerto y destruida su imagen, su memoria, su siembra.

Para los oligarcas, Jorge Briceño era un campesino ignorante, al que detestaban porque no era de su clase y sobre todo porque desde las pobrerías se había levantado en armas como un guerrillero de las FARC, del ejército del pueblo, encumbrándose como símbolo de rebeldía y dignidad contra el pestilente orden de injusticias que reina en Colombia, impuesto por los capitalistas y sucios elementos apátridas que sirven a los intereses de las trasnacionales extranjeras.

Quizás no les parecía simpático, además. Pero bueno, eso sería lo de menos. Lo esencial es que era su opositor peleando del lado de los amplios y mayoritarios sectores sociales empobrecidos, que tanto claman por sus derechos en nuestro desangrado país.

Como hombre pobre e inconforme, convertido en magnífico revolucionario conductor de la lucha contra los opresores, tenía las características perfectas para generar el aborrecimiento absoluto de los portentosos “dueños” del país. Habrían querido eliminarlo hace muchos años, creyendo que en él radicaba la fuerza fundamental de ese ingente colectivo insurgente que él había ayudado a forjar. Pero, no; lo peor para ellos es que el Mono se les había convertido en un imbatible partisano, en un ejemplo para el pueblo sobre cómo hay que enfrentar los oprobios de los oligarcas con dignidad.

Qué gran militante era el mono, que gran guerrillero, que gran comunista, que gran revolucionario. Con sencillas palabras era capaz de enervar a sus perseguidores y a los enemigos todos de los explotados y de las FARC; pues su verbo concreto y sencillo, era enseñanza directa para los marginados y vilipendiados; cada orientación y consigna era ruta para la organización y la enseñanza, para la resistencia y la construcción de poder entre las pobrerías.

Ahora bien, sin exagerar habría que reflexionar en que la utilización de todos esos procedimientos de barbarie destinados para realizar un ataque sobre un campamento guerrillero, no tienen que ver solamente con la destrucción ni de un hombre como tal, ni de la particular organización revolucionaria a la que pertenece. Los procedimientos burdos y morbosos de la acción criminal que emplearon para asesinarlo a él y a 9 de sus camaradas, y luego la manera en que emprendieron la difusión noticiosa ensañándose contra su imagen, engranan perfectamente, como práctica, en lo que podría ser la mentalidad de una oligarquía decadente, subordinada al abominable desenvolvimiento de un imperio en crisis, cuya civilización colapsa ineluctablemente, poniendo en peligro el destino mismo de la humanidad.

Utilizada la ciencia y la técnica en la pérfida empresa de crear inconmensurables armas para matar, inverosímiles factores de alienación y chantaje, inimaginables fuerzas de destrucción que depredan la naturaleza y el equilibrio ambiental, los revolucionarios son vistos por los explotadores como su antítesis, como la amenaza a sus deseos mezquinos, sencillamente porque bien saben que con rebeldía creadora y profundamente humana, se está dispuesto a emprender la emancipación y reconstrucción radical de la sociedad, en manera tal que se proscriba para siempre la sumisión, el servilismo, la venalidad y las injusticias criminales que laceran al pueblo.

Pero los hombres y mujeres revolucionarios, de la condición incorruptible de Jorge Briceño, por ser enemigos de la explotación y la hegemonía imperial, serán perseguidos por los lacayos de la reacción; y esta persecución será a muerte, porque bien saben los monstruos incubados en el cieno del sórdido capital, que el revolucionario verdadero, el que no juega con los principios, jamás abandona sus valores espirituales, ni su compromiso altruista con la humanidad.

De tal condición era Jorge, cuyo nombre antes de ingresar a las filas insurgentes era Víctor Julio Suárez Rojas. Y aunque mucho se especula sobre el lugar de su nacimiento, lo concreto es que con su gran sentido del humor, alguna vez escribió al comandante Iván Márquez para cerrar uno de sus tantos mensajes: “Cordialmente Víctor Julio Suárez Rojas, y si necesita esa partida de bautismo, mándela a sacar de la iglesia de Icononzo (Tolima), que está pasando el río Sumapaz, al frente de Pandi (Cundinamarca)”, y agregó con chispa de jovialidad que “firmo con parte de mi nombre y enseguida lo comienzo a escuchar por radio, televisión y prensa; ¡qué vaina!, eso significa que me robaron porque hace rato pagué para que me borraran de esos registros”.

Tenía 57 años al momento de su muerte. Sus padres también habían sido luchadores campesinos; como agraristas del Sumapaz estuvieron ligados desde siempre a las luchas de las empobrecidas masas de ese sector en el que por tanto tiempo resonó el nombre de otro insigne luchador comunista: Juan de la Cruz Varela. Así, su condición de revolucionario no le viene de la nada. Era hechura del entorno de lucha en el que creció desde los tiempos en que a su familia le tocó enfrentar, como parte del pueblo oprimido, los desmanes del dictador Gustavo Rojas Pinilla, quien con las tropas mismas que venían de la odiosa guerra imperialista contra Corea, atacó los territorios de Sumapaz y Villarrica en el oriente del Tolima.

Mucho le tocó lidiar en el seno de su familia humilde, que como muchas otras se vieron obligadas a trashumar en las montañas para sobrevivir y finalmente establecer la resistencia en los históricos comandos comunistas de autodefensa armada que estuvieron activos después del ataque a Villarrica, en territorios de El Pato y Guayabero. Estos comandos integrados en gran medida por los campesinos que tuvieron que hacer el quite a la muerte en La Cortina de la Resistencia de Villarrica, conducidos por el Comandante José Alfonso Castañeda (el comandante Richard) en el campo de batalla y luego en la retirada por la cordillera Oriental, en lo que sería el desplazamiento de la Segunda Columna de Marcha que tomaría rumbo sur hacia la mesa selvática de Galilea, entre los límites de Huila con el Meta. Una vez lograron estabilizarse y darle respiro a los centenares de hombres, mujeres y niños que viajaban con la autodefensa armada, Richard se movilizó con el pequeño grupo que desarrollaría el trabajo organizativo en el Ariari, El Pato y Guayabero. Estos, junto a los comandos comunistas armados de Riochiquito y Marquetalia, fundados por el legendario Jacobo Prías y el imbatible Manuel Marulanda Vélez, después de la desintegración del campamento del Davis y el rompimiento de la alianza de resistencia con los liberales, serían los semilleros de la lucha insurgente que dio origen a las FARC-EP. Sus aliados tácticos de entonces, como lo eran los Loaysa y José María Oviedo (Mariachi), entre otros, que se hacían llamar “Liberales Limpios” para diferenciarse de los que ellos llamaban “comunes” por su afinidad con los comunistas, tomarían el rumbo paramilitar a favor de las actividades de guerra sucia del gobierno.

En ese trasegar de la resistencia agrarista y patriótica de los comunistas, Jorge Briceño aprendió de la vida todos los trucos de los perseguidos que han tomado la determinación de enfrentar al régimen. Poco a poco fue asimilando desde lo más elemental de la escritura y la lectura, entre campamento y campamento, hasta lo más esencial de la guerra de guerrillas, observando y conviviendo con los guerrilleros, quienes de manera cariñosa le llamaban El Mono, haciendo alusión a su tez blanca y cabello un poco rubio.

Especialmente observando y aprendiendo de Manuel Marulanda y de Jacobo Arenas, insignes formadores de dirigentes revolucionarios, cualificó su condición de combatiente, adquirió el habito de la lectura, se formó como marxista y bolivariano y con sus hechos y su buen ejemplo, se convirtió en un comandante guerrillero de magníficas calidades, cuya condición más importante era el sentido de lo colectivo en la dirección de los aspectos políticos y militares de la organización.

La fraternidad y la camaradería era el ambiente que florecía en sus campamentos, la confianza para opinar y controvertir dentro de los cánones del centralismo democrático que rige la disciplina fariana y siempre en el sendero de la crítica y la autocrítica, eran los rumbos del colectivo que rodeaba a Jorge. La semblanza que con motivo de su partida elaboró el Secretariado de las FARC para enaltecerlo a él como uno de sus más sencillos y abnegados integrantes, habla sucinta pero claramente de su condición de revolucionario intachable.

Pero siempre se podrá decir más sobre sus cualidades: cuánta tenacidad y arrojo prodigaba; como combatiente o conductor había participado en centenares de batallas, difundiendo un ejemplo muy elevado de disciplina, audacia y respeto por el enemigo. Así, cuando como consecuencia del golpe del destino que le quitó la vida, los asesinos que lanzaron 7 mil kilogramos de explosivo letal sobre su cuartel de la montaña le creyeron vencido, derrotado y aún su imagen sepultada bajo el terror aleve de las hordas mediáticas que vilipendian su memoria sin cesar, el Comandante Jorge Briseño les ha reaparecido creciente, ingente, como una legión de valientes en las voces de los oprimidos que le reverencian, en los puños del pueblo en armas multiplicado en dignidad y en convencimiento absoluto por la causa a la que entregó su vida. Miles de guerrilleros le han dicho presente haciendo tronar sus fusiles contra el régimen opresor. De oriente a occidente, de norte a sur, cada Bloque de las FARC-EP ha entregado sus partes de victoria en esta rápida campaña de homenaje que hemos denominado JORGE BRICEÑO VIVE, la cual contribuyó con creces a elevar los resultados de castigo que el Ejército del Pueblo causó a las tropas del régimen en el año 2010, y que suman 4371bajas entre muertos y heridos.
Mono Jojoy

La caída de Jorge en las montañas, ha desbordado sin duda el coraje, las ganas de la justa vindicta, el deseo de emularle, el recuerdo de lo que fue su vitalidad avasallante, el deseo de tanto combatiente queriendo ser como él para así rendirle homenaje a la causa noble y altruista que encarnaba.

Sabemos en lo que andamos, los riesgos y sacrificios que implica una lucha revolucionaria al lado de los desposeídos. Por eso asumimos que cualquier padecimiento sería poco frente a lo mucho que merecen los pueblos en función de sus reivindicaciones. Por ello nuestros dolores no son ni serán jamás de lamentaciones; tampoco de conformidad o tolerancia, pues para los farianos la resignación es como una enfermedad del alma. Nuestro luto es de combate. Así que los guerrilleros en todos los campamentos le han rendido tributo a Jorge y a cada uno de nuestros muertos desbordando audacia contra el enemigo y desbordando, además, amor y más amor en cantos, poesías, palabras sentidas…, que quisieran definir el heroísmo y la abnegación de ellos, en significados que fluyen hacia la excelsa idea de la justicia y la emancipación para los vilipendiados y explotados.

En homenaje póstumo al coloso de la Macarena, El Bloque Oriental que comandaba al lado de un aguerrido Estado Mayor de inclaudicables, ha pasado a llamarse Bloque Comandante Jorge Briceño, y su mensaje lanzado pocos días antes de su muerte, ahora es consigna que retumba como convicción desde el campo y las barriadas humildes de Colombia: ¡Nacimos para vencer y no para ser vencidos! Y no se trata ello de un vano convencimiento fundado en la idea de la predestinación como clave de la salvación del hombre, no.

No se trata de una confianza inerte en cuanto a que tenemos la fe de haber sido o de que seremos elegidos porque creemos estar actuando dignamente, no. No es dable que el comandante Jorge pensara o se esperanzara en la “gracia de la elección divina”. Nuestro Dios es el pueblo, sin duda alguna, y por ello nuestra fe radica en el convencimiento y credo en sus infinitas capacidades que nos permiten repetir con El Mono, nuestro querido Mono, que “¡somos pueblo y el pueblo es invencible!”.

¿Apuntamos acaso a un determinismo religioso? NO. ¿Creemos acaso en que nuestra salvación vendrá de la “libérrima, eterna y omnipotente voluntad divina”?, ó, acaso ¿estamos pensando en un destino con determinismo natural de salvación? NO.

Nuestro convencimiento bolivariano es que los pueblos se salvan a sí mismos y que nosotros, somos pueblo organizado en armas, que más temprano que tarde logrará sus pretensiones con la solidaridad de quienes en cada rincón del mundo luchan por la libertad humana en dignidad. Sin creer que sea la lucha contra los explotadores el “pecado” que nos condenará. Nuestra única salvación está en la confianza que tenemos en las inagotables potencialidades revolucionarias de los miles de millones de miserables del mundo, en esa enorme masa de sufrientes que crece como negación del sistema porque ese sistema los niega como seres humanos.

En términos de Marx, con la confianza en que es ingente la fuerza liberadora de la humanidad sufriente que piensa y de la humanidad pensante que sufre como propia la opresión ajena; con certezas en cuanto a que la rebelión de los oprimidos ha de ser, su marcha necesaria hacia una sociedad universal sin clases y sin Estado se presiente; es decir, con el vivo credo en la era del comunismo, es que marchamos sin pausa, convencidos de la victoria.

Sin abundar en relatos referidos a los combates victoriosos que protagonizó Jorge, sin hablar esencialmente de su innegable genio militar y de su loable empeño político por hacer posible el propósito socialista, podemos dar su dimensión diciendo que era un extraordinario cultor de las enseñanzas del comandante Manuel Marulanda Vélez, siempre apegado a la línea y a las orientaciones del Estado Mayor Central y su Secretariado, a los planes, a las ideas del colectivo, a la causa mayor del conjunto fariano, sin denotar individualismo ni sugerirlo siquiera por accidente. Esa era su fortaleza, su poder, o la magia que le hacían parecer invulnerable, imbatible, desbordando energía creadora que se desenvolvía sólo al lado y en función de todos los que le rodeaban queriéndole igualar.

Nadie puede negar que junto a él no era posible dejar de ser intrépido, denodado, incansable, fervoroso, intenso…, parte misma de su genio y de su ciclónica presencia a favor de la libertad. Pero, entre tanta cualidad, sencillamente Jorge, era un revolucionario de corazón, de cuerpo y alma, entregado a la causa sagrada de la Nueva Colombia, la Patria Grande y el socialismo. Nada para sí, siempre, siempre, pensando en los suyos y en el futuro del pueblo, en primer lugar.

Si le tocaba morir no podía ser sino en la trinchera, en la primera línea, al lado de sus guerreros, enhiesto en sus convicciones y decoro, erguido y sereno en la montaña…, sin importarle la perversidad del enemigo, sin pensar un instante en despertar compasión por los males del cuerpo que le aquejaban y pesaban como fardos de plomo sobre su existencia,
Más allá de la perfidia enemiga, es gloriosa su muerte, es heroico su sacrificio,… y un símbolo y divisa el valor de los valientes que con él cayeron; de los resistentes que por décadas han entregado su sangre y sus vidas para que florezcan los sueños de libertad. Pero qué difícil es hablar de cada uno de nuestros muertos, pues tanto y tanto hay que decir de cada cual que no habría palabras que puedan expresar lo que merecen. Cuántos que no estrecharon nuestras manos, cuántos respecto a quienes apenas dijimos alguna vez sus nombres, cuántos que sólo vimos de paso pero que aún así están en nuestras almas sembrados como semillas del pundonor, generándonos el mayor compromiso de abnegación por sus sueños. Tantos, tantos que tenían en sus almas la magia inmaculada y generosa del amor al prójimo, el aliento superior de su decisión de entregarlo todo por la causa de los pobres…, y que por ello ganan los corazones más agradecidos del pueblo y el mérito de recibir su admiración.

Al hablar del Mono y de nuestros muertos, los pensamientos se elevan hasta el cenit de la grandeza que entraña el sacrificio de cada camarada caído en cada lugar de la patria donde hunde sus raíces la memoria de esta larga lucha, haciendo florecer la certidumbre que nos mantiene en la batalla dispuestos a entregarlo también todo por la libertad, o por un poco de esperanza para los oprimidos.

Por eso, en estas palabras que inspira Jorge, por todos los caídos en la lucha es que expresamos nuestros más altos sentimientos y nuestro compromiso de llevar adelante sus ideas. Y a quienes por temor a los victimarios, o engañados por las avalanchas de mentiras que el régimen vierte sobre las obras de los revolucionarios, deciden tomar distancia y hasta sumarse a las acechanzas de los vilipendios, simplemente como se hace con la maraña de la selva que no se quiere maltratar, la apartamos del camino con la esperanza de que un día, cuando a ellos llegue el sol de la verdad, se conviertan en el abrigo también de estos sueños de patria digna que albergamos.

Quienes le conocimos al Mono personalmente o por sus historias formidables de lautárico guerrero y conductor político; quienes le sentimos a él y la vívida flama de cada guerrillero abatido, les llevaremos en nuestros corazones, ahora más que nunca, recordando su resplandor de comunistas. En el basalto de la memoria colectiva estará inscrita la leyenda de cada combatiente valeroso, de cada camarada indoblegable…, de cada hijo de este pueblo aguerrido.

Reiteremos que testimonio debe quedar, entonces, en esta hora de luto combativo, cuando la tristeza emerge como plomo y metralla de la justa guerra victoriosa, que se ha hecho sentir la emoción de millares de combatientes en las aulas guerrilleras y en centenares de puntos de Colombia; en unos lados recordando la obra del Comandante abatido, manando el todo como un ferviente orfeón patrio hecho por una enorme masa bolivariana de partisanos y militantes, que espontáneamente han homenajeando a Jorge, y junto a él a nuestros muertos, desbordando admiración y cariño, haciendo fluir la poesía, la prosa cotidiana y el canto, agigantando en cada corazón la determinación de continuar adelante hasta triunfar. Y en muchos otros lugares, con más entusiasmo que ayer, con más exaltación que antes, con crecientes de arrojo y valor, accionando los fusiles y morteros, la osadía y el temple de la guerra de guerrillas móvil.

Entonces surge un gran convencimiento en cuanto a que ha sido inmensa la herencia de nuestros muertos, esa herencia del pundonor desbordado en el deber que con convicción nos imponemos más allá de las ardidas consignas, pensando –en términos de Bolívar-, en que nada nos detendrá si el pueblo nos ama; nada nos detendrá porque sabemos que es el futuro de la humanidad lo que está en juego en cada rincón del mundo donde se enfrenta a las oligarquías y al imperialismo. Y ¿qué mayor humanismo que aquel que implica la entrega plena a la causa de los pobres rubricando el compromiso con la sangre propia?, sin titubear frente a la descomunal máquina bélica del decadente imperialismo en crisis estructural. En tal sentido, ¿qué mayor humanismo que aquel que se conjuga siguiendo la enseña de Manuel Marulanda, de Bolívar, del Che; es decir, por ejemplo, siguiendo a Jorge en su cotidiana práctica del pensamiento de Ernesto Guevara: “En cualquier lugar que nos sorprenda la muerte, bienvenida sea, siempre que ése, nuestro grito de guerra, haya llegado hasta un oído receptivo, y otra mano se tienda para empuñar nuestras armas, y otros hombres se apresten a entonar los cantos luctuosos con tableteo de ametralladoras y nuevos gritos de guerra y de victoria”.

Y así estamos entonces, empuñando las armas, más allá de las críticas de los engañados, de los distraídos y de los mal intencionados que nos piden que tomemos el camino del desarme. Con todo el amor que podemos prodigar a los oprimidos, en pro del comunismo, en pos de la emancipación humana, hasta en medio del luto combativo alzando la bandera de la solidaridad y del internacionalismo…; de la comunión de los explotados, de la dignidad del ofendido.
¡Por nuestros muertos ni un minuto de silencio, toda una vida de combate!
¡Nacimos para vencer y no para ser vencidos!
¡Viva la memoria del Comandante Jorge Briceño!

PRONUNCIAMIENTO ANTE LAS ELECCIONES AL RECTORADO EN LA UMSS



PRONUNCIAMIENTO ANTE LAS ELECCIONES AL RECTORADO EN LA UMSS
¡DERROTAR A LA DERECHA REACCIONARIA Y RETROGRADA!
Desde hace ya bastantes gestiones, la Universidad ha sido cooptada, utilizada y saqueada por la derecha de nuestro departamento, basta recordar que las últimas gestiones han estado plagadas de EMENERISTAS, MIRISTAS, ADENISTAS Y  ENEFERISTAS que han tomado la Universidad como un botín y agencia de empleos para sus militantes.

PRONUNCIAMIENTO ANTE LA CONFERENCIA DE JUVENTUDES Y LA” APROBACION” DE LA LEY DE LA JUVENTUD

Este miércoles 10 y jueves 11 de agosto en la ciudad de sucre viene realizándose una “CONFERENCIA NACIONAL DE JUVENTUDES” organizada por la CONBOJUV y apoyada por la Organización de Naciones Unidas con su fondo UNFPA. En este evento que dura dos días los organizadores nos quieren hacer creer que se  debatirá la problemática de la juventud y más aun se sacaran conclusiones para mejorar la situación de la juventud.

Una mirada al sujeto materialmente revolucionario: la Clase Obrera. Manuel González Prada, un interlocutor en esta problemática

Por José Molina/ Juventud Comunista del Ecuador
 
En esta fase histórica, en donde se manifiesta la consumación de la irreverencia humana: la lucha por el Socialismo, en condiciones parcialmente adversas y favorables; posteriores a la derrota del campo popular, expresada en el fin del Socialismo real y la implosión de la URSS; después de la declaración del fin de las ideologías, el fin de la historia; el desencanto galopante, el embate derechista; así, como también, una acentuada crisis capitalista, un amplio movimiento sui generis antiimperialista y antioligárquico en Venezuela, Bolivia, Ecuador y la heroica lucha por el Socialismo en Cuba; habría que plantearse a modo de revisión: la situación del sujeto materialmente revolucionario, la clase obrera, los trabajadores, el proletariado.

Al abordar al sujeto materialmente revolucionario desde la realidad contemporánea, tenemos que mencionar obligadamente, al inmortal Manuel González Prada, porque su texto vigoroso y combativo, al hablar de los trabajadores, se ha transformado con el pasar del tiempo, en medida rigurosa de las condiciones ideales de un verdadero movimiento revolucionario de los trabajadores, o del Partido


Para empezar, justo es reconocer, que González Prada, una clave para entender la transición del pensamiento crítico en Latinoamérica, “no resistió al impulso histórico que lo empujaba a pasar de la tranquila especulación parnasiana a la áspera batalla política”1. Sin embargo, así también, “no pudo trazar a su falange un plan de acción, su espíritu individualista, anárquico, solitario, no era adecuado para la dirección de una vasta obra colectiva”2. Palabras que le haría bien escuchar a muchos romántico-críticos

Hay, en todo caso, en su ingeniosidad, su alto grado intelectual, el compromiso hacia las luchas obreras, y lo que más tarde habrá de conocerse como su militancia de intelectual orgánico, una abstracción acertada de los principios fundamentales sobre la organicidad, la acción de la clase obrera, el sujeto materialmente revolucionario; y en la línea de Gramsci, establecerá la relación dialéctica entre la teoría y la praxis revolucionaria

Por un lado, hablemos de un tema tan actual –como para entrar al tema- que resulta impresionante que González Prada lo haya advertido hacia 1905, en un discurso leído por el primero de mayo, en la Federación de obreros panaderos, me refiero a la relación dialéctica entre teoría y la praxis revolucionaria. Para no embadurnar de largas disertaciones, ni atentar contra el texto original de González Prada y su esfuerzo por hacer simple y digerible el entendimiento de una relación importantísima en la lucha social, me permito citar el poema, al que acude nuestro referente, en el tono de una ayuda didáctica:


“En la tarde de un día cálido, la naturaleza

se adormece a los rayos del sol, como una

mujer extenuada por las caricias de su amante.

El garañon, bañado de sudor y jadeante

aguijonea los bueyes; mas de súbito se detiene

para decir a un joven que llega entonando una canción:


-¡Dichoso tú! Pasa la vida cantando mientras yo,

desde que nace el sol hasta que se pone,

me canso en abrir el surco y sembrar el trigo


--¡Cómo te engañas, oh labrador! Responde el joven poeta.

Los dos trabajamos lo mismo y podemos decirnos hermanos;

porque, si tú vas sembrando en al tierra,

yo voy sembrando en los corazones.

Tan fecunda tu labor como la mía:

los granos de trigo alimentan el cuerpo,

las canciones del poeta regocijan y nutren el alma” 3

Disculpas por la extensa cita, con este texto González Prada, hace tanto bien, al presentar que no hay diferencia entre sembrar trigo en los campos, como sembrar ideas en las mentes, que no existen jerarquías entre intelectual y obrero, que los dos, en el movimiento revolucionario “deben caminar inseparablemente unidos”4, como también manifestara V.I. Lenin: sin teoría revolucionaria, no hay praxis revolucionaria


De esta manera, podríamos hablar de algo sustancial para la construcción del Partido de la clase obrera, el Partido Comunista, fiel expresión del movimiento revolucionario de los trabajadores. “El Partido de la clase obrera -lo han dicho los clásicos de marxismo-leninismo- no puede aceptar el crecimiento de sus filas a cuenta del debilitamiento de su naturaleza de clase”5

Es cierto decir, que el intelectual, en la mayoría de los casos, no ha sido elevado de la clase obrera –hacia el asalto de los cielos-, más bien, ha procedido de un origen pequeño-burgués o burgués, cuestión que en algunos casos no ha sido problema, para adherir a la conciencia de clase. Empero, en otras ocasiones, ha suscitado el fraccionamiento, la división de la expresión política combativa del sujeto revolucionario. Por supuesto, que no olvido, de ninguna manera grandes intelectuales-obreros de la talla de A. Bebel; sin embargo, he topado de esta manera la cuestión, pues, intento llegar, a una realidad tan problemática como es el movimiento sindical en el Ecuador

Iniciemos definiendo, que la clase obrera es el sujeto materialmente revolucionario, en tanto es el productor y reproductor de la realidad, su esfuerzo en el proceso de producción, su ubicación, lo hace parte constitutiva de la realidad, esto inclusive en el capitalismo dependiente de América Latina. El desenvolvimiento de la cotidianidad de la clase obrera está determinado por la lucha de clases, sus reivindicaciones, su lucha política, e ideológica, están en función de la dinámica de la lucha de clases y de su regular situación

Habíamos empezado este artículo manifestando ciertas condiciones en que se encontraba América Latina, y de estas, como afectaron y afectan al desenvolvimiento de la organicidad y combatividad de la clase obrera y su movimiento sindical.

Hemos construido un esquema, a partir del pensamiento de González Prada, de la teoría y praxis revolucionaria en la clase obrera y su expresión político ideológica

Cabe decir ahora, que lo acuciante en el movimiento sindical es el divisionismo y fragmentación en que cayó; esto, gracias, a los “intelectuales”inorgánicos y a sueldo del imperialismo yanqui: infiltrados, intelectuales que sembraban confusión y que destruían al movimiento sindical y la unidad de la clase obrera. La clase obrera se quedó huérfana de una teoría revolucionaria, para su praxis

Evidencias, las encontramos en la vinculación de la CEOSL, CEDOC, a la CSI, que se manifiesta totalmente en contra de la movilización popular a favor de los gobiernos progresistas. Así mismo, CSA, CLAT, ORIT, infiltrados en el movimiento sindical ecuatoriano, y que manejan un discurso, que niega la lucha de clases, aunque a veces la nombre, “y [que] su estrategia de acción se diseña con el propósito de lograr el entendimiento y compatibilidad de intereses entre los trabajadores y los dueños o servidores del capital”6

Esta situación heredada de la era neoliberal, ha hecho, que hoy en día, el movimiento sindical manifieste una posición sin contenido alejado de las verdaderas tareas del movimiento, de la lucha política, posición que por oposición es una abierta conspiración de la derecha, para detener el avance de las luchas democráticas.

Manuel González Prada, hablaba de la solidaridad de los proletarios –como lo hacia Marx y Engels. A principios del siglo XX, era sustentable esta idea, era necesaria, hoy con las consecuencias conspiradoras y liquidacionistas del neoliberalismo y de sus brazos conspiradores: CSI, CSA, CLAT, ORIT, etc, en el seno del movimiento sindical ecuatoriano y latinoamericano, es difícil hablar de la unidad, sobre todo, concientemente clasista, más aún, si estos sectores conspiradores son el amanecer de la oposición oligárquica

Solo cabe esperar, que los sectores de avanzada obrera, organizaciones obreras de vanguardia, prueben su creciente experiencia histórica y su consecuencia político-ideológica adhiriendo a posiciones clasistas y revolucionarias, en el marco de las luchas contra la oligarquía y el imperialismo.

Referencias

1.-Mariátegui, José Carlos, “Prólogo”, Pensamiento y librepensamiento, Biblioteca Ayacucho, Caracas, 2004, Pág. XII

2.-Ibidem

3.- González Prada, Manuel, Pensamiento y librepensamiento, Biblioteca Ayacucho, Caracas, 2004, Pág. 112

4.- Ibidem

5.-Partido Comunista del Ecuador, El Partido de la clase obrera, Editorial Claridad, Guayaquil, 1984, Pág. 17

Ya no es obligatorio registrarse en el Colegio de Abogados

 
AGENCIA BOLIVIANA DE INFORMACION.-

ABI, La Paz - Bolivia.- La ministra de Justicia, Nilda Copa, informó el lunes que con el "Registro Público de Abogados" los nuevos juristas ahorraron 5.198.800 bolivianos, dineros que depositaban en los colegios de abogados para obtener una matrícula para el ejercicio libre de esa profesión.

    Copa dijo que con esa medida no se pretende debilitar a los colegios de abogados, como insinuó el ex presidente del Colegio de Abogados de La Paz, Bernardo Wayar, al asegurar que se beneficiaron 12.059 profesionales.

    "El Ministerio de Justicia no busca debilitar los colegios de abogados en el país con el Registro Público de Abogados, por el contrario, se ahorró en la población 5.198.800 bolivianos y hasta la fecha aumentó la entrega gratuita de credenciales a favor de 12.059 profesionales abogados en todo el territorio nacional", explicó a los periodistas.

    La Ministra de Justicia aseguró que con esa iniciativa se ha protegido los derechos de todos los profesionales, sin discriminación y sin importar su estatus social.

    Además, recordó que esa medida cumple con los preceptos y lineamientos establecidos en la Constitución Política del Estado.

    "En el pasado la administración de algunos de los Colegios de Abogados, en especial de La Paz, se constituían en entidades elitistas que sólo buscaban y procuraban favorecerse política y económicamente con el cobro por matricula de hasta 450 dólares americanos, mercantilizando de esta manera la profesión y vulnerando así los derechos de las personas con escasos recursos para ejercer libremente la profesión", argumentó.

    En ese marco, dijo que no hay ningún riesgo para los ciudadanos y abogados que acuden a registrarse al Ministerio de Justicia, y en la credencial que obtienen, porque aseguró que para ese trámite existe un mecanismo de seguridad y consulta con las universidades del país.

    "En el marco del Decreto Supremo 0100 el registro en el Ministerio de Justicia es el único requisito exigido para habilitar el libre ejercicio de la profesión de abogado en todo el país, la credencial con el número de matrícula tiene validez en todos los trámites judiciales y en otros que se requieran los servicios de un abogado, por lo tanto su cumplimiento es obligatorio", complementó la autoridad.

    Asimismo, informó que el Ministerio de Justicia prevé también la recepción gratuita de solicitudes de pases profesionales y de denuncias en contra de los abogados que incurren en faltas en contra de la ética profesional.

20 años sin la URSS: ¿Qué hemos logrado y adónde hemos llegado?

Konstantín Cheremisov
Kprf.ru
Traducido del ruso por Josafat S. Comín

Los dos mas grandes traidores del pueblo sovietico Yeltsin y gorbachov
Hace 20 años tuvo lugar un acontecimiento que cambió el destino, no solo de cada uno de nosotros, sino de la humanidad en su conjunto. Dejó de existir un estado, una superpotencia, núcleo del sistema socialista mundial, que garantizaba una existencia estable y el desarrollo de la civilización en la Tierra.

Las causas y las consecuencias de este, para la mayoría de nosotros, trágico acontecimiento, exigen un sopesado y objetivo análisis científico. Están apareciendo ahora numerosas publicaciones dedicadas a este tema. Se está haciendo un intento de  interpretar a su manera este decisivo momento en la historia de nuestro país en un proyecto conjunto, organizado por “RIA novosti”, por el periódico “Moskovskie novosti” y la revista “Rusia en la política global”. La mayoría de las publicaciones oficiales coinciden en destacar que: sí, sin duda la vida es ahora más difícil, pero eso es algo inevitable cuando se aplican reformas, debemos tener un poco de paciencia y podremos empezar a vivir como en Occidente, aunque ya ahora se pueden ver varios aspectos positivos. Así por ejemplo, en el informe “El nivel y el modo de vida de la población en Rusia en 1989 y 2009”, elaborado por ese baluarte del monetarismo, como es la Escuela superior de economía, se habla del crecimiento del consumo en un 45% para 2008 con respecto a 1990. Cierto que los datos de consumo en algunos indicadores muestran un descenso del consumo de productos de alimentación. Algo que no debería sorprendernos. Siempre es difícil pretender equipararse con los indicadores de una superpotencia. Al fin y al cabo, según datos de la FAO (Organismo de la ONU para la Agricultura y Alimentación), a mediados de los 80, la URSS aparecía entre los 10 países del mundo con una mejor alimentación. Además, hay que tener en cuenta que se ofrecen unos indicadores medios, en un país donde encontramos una estratificación social inadmisiblemente alta.

En lo que respecta a que se trata todavía de un periodo histórico corto, se nos dice que en Europa Occidental para llegar al actual estado de bienestar hubo que pasar por un periodo de más de cien años, y que nosotros de momento solo llevamos 20. ¿Y cómo estaba la URSS en 1945 y que logros se alcanzaron hacia el 1965? ¿Y la industrialización de los años 30? ¿Víctimas? Las hubo, igual que hubo injusticias, pero no como las que vemos hoy en día. Para confirmar esa afirmación basta con estudiar la dinámica del crecimiento demográfico. En primer lugar, entonces la población crecía, mientras que ahora el crecimiento es negativo. En segundo lugar, la mayoría de la población percibía entonces que había una mejora real de las condiciones de vida: se eliminaban las cartillas de racionamiento, la fábrica construía viviendas que permitían dejar la residencia y mudarse a un apartamento propio. En los años 70-80, los habitantes de las zonas rurales alcanzaron por fin un nivel de vida decente. Y en cuanto a la represión, lo que vemos es como en la actualidad la población reclusa en Rusia es mayor que en la época de Stalin. ¿Y lo rápido y eficazmente que resolvió el poder soviético el problema de la infancia abandonada?

Puede que sea esa la principal diferencia entre la Rusia soviética y la actual; la resolución de un modo rápido y eficaz de los problemas más acuciantes, y siempre en beneficio de la mayoría. Por eso en cuanto a todo lo que se habla sobre la torpeza e ineficacia del sistema planificado, basta con comparar, para ver dónde esta la verdad. Vale la pena que recordemos que el Estado trataba a las personas, precisamente como eso, como personas, asumiendo su responsabilidad ante la gente. Eran impensables situaciones como el no cobrar el salario durante meses, como el estar condenado porque no tienes medios para pagarte el tratamiento médico, como el no tener literalmente nada que llevarte a la boca, como el que los niños no acudan a la escuela, o cuando en lugar de productos que han pasado un control de calidad, te venden vete a saber qué, cuando da miedo salir a la calle, cuando hay núcleos de población en el campo sin agua, ni electricidad.
Después de todo, no basta con comparar los indicadores de consumo, también los de  producción, los sistemas de salud y educación, el nivel de seguridad personal, y muchas otras cosas que conforman la vida diaria. Pero esa sería una conversación que daría para mucho.

Centrémonos solo en algunas cifras.

Como es sabido, uno de los principales apartados de gasto en el presupuesto familiar de la mayoría de los rusos, es el relacionado con los servicios comunales de la vivienda. El pago por el suministro de agua, de calefacción, agua caliente o electricidad, recae como un pesado fardo sobre cada uno de nosotros. Cada año aumentan las facturas, sin que eso se vea acompañado de una mejora en la calidad de los servicios prestados. ¿Dónde y a qué manos va nuestro dinero? En 1989, el gasto medio por todos esos servicios no representaba más del 3% del presupuesto mensual familiar, ya que por cada rublo que pagaba el inquilino, el estado subsidiaba otros 6.


En la actualidad, el estado ruso se ha liberado de cualesquiera obligaciones. Nos inculcan, que debemos ser nosotros los que asumamos por completo los gastos relacionados con los servicios comunales, costearnos nuestra salud y educación. Al fin y al cabo, nosotros somos los únicos interesados. Según parece, nuestro estado no está en absoluto interesado en tener una población sana y formada. Los gastos presupuestarios destinados a la salud suponen el 3,5% del PIB, lo que es muy poco. Y ya hoy, la población gasta en servicios médicos el 1,5% del PIB y esa cifra va en aumento, ya que es algo que va implícito en la propia política de comercialización del sistema sanitario. Y eso, que según los expertos, tenemos un déficit de médicos en el país, con un coeficiente de pluriempleo que alcanza el 1,6. Puede que sea por eso, por la colosal carga trabajo y cansancio que arrastran, que los médicos ponen tan a menudo diagnósticos equivocados: 10 veces más diagnósticos errados que en los países de la UE.

Una situación similar encontramos en el sistema educativo. Si queremos tener un conocimiento aceptable y optar a recibir educación superior o profesional cualificada, deberemos pagar por las principales asignaturas en la escuela.  La educación universitaria privada sigue creciendo. Para poder llegar a dedicarnos a la ciencia, tendremos que pagarnos un master. Al mismo tiempo vemos como aumenta la carga de trabajo en el profesorado, lo que acaba repercutiendo negativamente en la calidad de la educación.

Ha crecido ya una generación que no llegó a conocer la URSS. La juventud actual, en su mayoría, se hace una idea de la vida en la Unión Soviética, partiendo de los estereotipos que se publican e inculcan desde los medios. Y por raro que parezca, hay una parte de las viejas generaciones que parece padecer un extraño tipo de amnesia. El principal estereotipo, es que en la URSS había carencia de todo. Es innegable que los ciudadanos soviéticos, tenían motivos más que de sobra para estar descontentos con el sistema de distribución, y especialmente con la comercialización de los productos de alimentación. Se producían irregularidades en el suministro y desequilibrios en el reparto según regiones, y había filas, etc. Conviene sin embargo señalar, que ese descontento surgía como una manifestación natural de esas nuevas exigencias, fruto los logros alcanzados en los niveles de alimentación. Además la percepción de muchas de esas insuficiencias, tenían mucho que ver con la presión ideológica. Así por ejemplo, en la URSS como media en 1989 se consumían 363 kg. de leche y productos lácteos por persona y año (en los EE. UU. eran 263). Sin embargo en los sondeos que se hacían en la URSS, el 44% de los encuestados respondían que no consumían suficiente leche. En Armenia, por ejemplo, donde la propaganda antisoviética era especialmente notable, el 62% de la población se mostraba insatisfecha con los niveles de consumo de leche y productos lácteos, siendo que en 1989 el consumo medio allí era de 480kg. por persona.

¿Si el poder adquisitivo de la mayoría de los ciudadanos de la Rusia actual fuese aproximadamente igual al de hace 20 años, no sería ahora el déficit más agudo que el que vimos en la época de la perestroika, que fue el que destacó precisamente por los aparadores vacíos, y que a la postre allanarían el terreno para la llegada de los “reformadores”?

Para tomar conciencia clara de los resultados de las dos últimas décadas, podemos de un modo honrado, mirar alrededor, coger un folio y dividirlo en dos columnas: incluir en la primara columna los cambios positivos y en la segunda los negativos. Por ejemplo, cuántos habitantes de la región de Moscú mejoraron sus condiciones habitacionales entre 1971 y 1991 y cuántos entre 1991 y 2011. Cómo ha variado la estructura de la alimentación. Cuántas empresas trabajaban en las ciudades y en las haciendas agrarias y cuántas quedan. Recordar o preguntar a los mayores cómo pasaban las vacaciones (teniendo en cuenta que eran asequibles para la mayoría de la población). Y así podríamos seguir. Sería interesante ver esas valoraciones honestas, serenas. Creo que la principal conclusión sería que la Rusia actual, vive de lo que se creó entonces, es decir, vive todavía del potencial soviético y una vez que se agote, el país se verá irremediablemente al borde del abismo.
En el país se inculcan unos valores morales anormales, que son los que crean el caldo ideal para que surja gente sin principios. El sistema creado, es un sistema que ha arrebatado a la gente el derecho al trabajo y a un sueldo digno. Un sistema que nos ha privado del derecho a una educación y salud de calidad y gratuita. Un sistema que ha dejado sin un futuro digno a nuestra juventud y ha dejado sin protección social a nuestros mayores. Un sistema que ha conculcado los vínculos culturales y familiares de nuestra sociedad. Un sistema, donde se presuponen la corrupción y el latrocinio. Un sistema que ha destruido la seguridad del estado y ha originado una escandalosa incapacidad de mando y una estructura de organización enfermiza.

Crear un paraíso en la tierra es algo imposible. Y la justicia es un concepto intrínsecamente subjetivo, por eso siempre habrá descontentos. Pero lo criterios que deben guiar el funcionamiento eficaz de las estructuras de gobierno, deben ser en primer lugar la seguridad y un nivel de vida digno para la mayoría de la población. Y partiendo de eso, podemos poner un suspenso a estos 20 años de gobierno de estos “perestroikos”, que destruyeron una superpotencia y que hoy pisotean incluso los derechos constitucionales de los ciudadanos de Rusia a una vida digna en un estado social.

“Este gobierno se irá, por las buenas o por las malas”. , Entrevista al PCFR

“Este gobierno se irá, por las buenas o por las malas”.

Entrevista a Guennadi Ziugánov, líder de los comunistas rusos.


Josafat S. Comín
La República

Faltan pocos meses para que llegue primero ese 4 de diciembre en que tendrán lugar las elecciones parlamentarias, para seguidamente acometer la batalla por las presidenciales, sin que se haya despejado todavía la incógnita de si repetirá Medvéded como candidato, o volverá a presentarse Putin. A finales de diciembre se cumplirán 20 años desde aquel fatídico 1991 en que vimos desaparecer la Unión Soviética y las esperanzas que esta para muchos representaba.

Por eso es lógico que nos hagamos la pregunta: ¿Hay alguna posibilidad real de que el Partido Comunista retome el poder por la vía de las urnas? ¿Hasta que punto es creíble? ¿Que pasaría entonces?

Mi respuesta sería moderadamente optimista. Al fin y al cabo vale la pena recordar que el PCFR ha seguido siendo en todos estos años de restauración capitalista, el partido comunista -de la región europea- con mayor apoyo en las urnas (si exceptuamos al Partido Comunista de la República de Moldavia, que ha estado los primeros 8 años de este nuevo siglo al frente del gobierno y pese a estar hoy en la oposición, sigue siendo la fuerza más votada).La diferencia estriba en que evidentemente una victoria en Moldavia poco o nada cambiaría  en la geopolítica mundial, pero si Rusia volviese a tener un gobierno comunista se abriría un nuevo escenario en la arena internacional.

 Tampoco podemos olvidar que en las presidenciales del 96 el propio Ziugánov derrotó a Yeltsin, aunque la historia acabase en pucherazo…

Mucho han cambiado las cosas en estos 15 años. Los nuevos poderes económicos están mucho más afianzados. Ese famoso “oligarcado”, como les gusta decir en Rusia, compuesto por 15 clanes oligárquicos, controla de modo omnímodo las riendas del poder, el económico y en consecuencia el político y el mediático. Soplan tiempos de bonanza para los nuevos amos, mientras fluya el petróleo y el gas al precio que lo viene haciendo en los últimos años.

¿Controla el partido comunista algún medio audiovisual, algún canal que emita a nivel nacional o alguna emisora de radio? Me temo que la respuesta es no, ni remotamente. Las únicas herramientas de las que dispone para hacer frente a ese control absoluto de los medios que tiene el “oligarcado” (incluyendo los medios públicos) son las ediciones de “Pravda” y “Soviétskaya Rossía”, que con una tirada de algo más de cien mil ejemplares y una media de 4 números a la semana poco pueden hacer…

Evidentemente los medios no pueden ignorar por completo al que ha sido y sigue siendo durante estas dos décadas principal partido de la oposición (con un suelo electoral del 13% y un techo del 25%). De vez en cuando no les queda más remedio que entrevistar a los dirigentes del partido. Es cierto que al menos en la televisión pública se ha notado en estos 2 ó 3 últimos años un trato más correcto con relación al partido y ahora es habitual poder ver como entrevistan con cierta regularidad a Ziugánov. Al fin y al cabo les conviene guardar las apariencias y representar cierta normalidad democrática.

Lo que no es tan habitual es que los principales periódicos de la prensa burguesa entrevisten al líder comunista. Por eso voy a traducir, de modo resumido, algunas de las preguntas y respuestas de la entrevista aparecida en “Kommersant” hace unos días. A diferencia del medio televisivo, aquí el periodista ataca directo desde la primera pregunta. Las respuestas de Ziugánov, creo ayudarán a que cada uno se responda a esas preguntas que nos hacíamos al principio:

¿A qué aspira el PCFR, a confirmar una vez más su título de “número dos” o a ganar de verdad las elecciones?

Aspiramos a ganar. Y podemos presentar hechos que lo corroboran. Como por ejemplo en las elecciones regionales de marzo en la región de Nizhni Nóvgorod, en la ciudad de Arzamás, obtuvimos el 55%. Superamos al “partido del poder” en un 27%. Y eso que había de alcalde un impresentable, como igual de impresentable fue el comportamiento de la policía. En la región de Tver ganamos a “Rusia Unida” en casi todas las ciudades.

Pero ahora le va a tocar enfrentarse a todo un “Frente Popular”…
¿Y cuantos de esos “frentes” hemos visto ya? Ya no sé si esta será la séptima u octava “chaqueta” que se pone el gobierno, en estos últimos 20 años, cada vez que le toca responder por todo aquello que ha hecho. En cuanto ha llegado el momento de rendir cuentas, se han asustado. Después de las elecciones regionales de marzo, están inquietos: han entendido que se han quedado con el culo al aire. Por eso ahora han decidido “tapárselo” con este nuevo “Frente”.

Es posible que esté en lo cierto con respecto a “Rusia Unida”. Pero ese “Frente” va a estar encabezado por Vladímir Putin, y su popularidad supera en mucho a la suya.

Denme un tercio, o incluso un cuarto de ese tiempo del que goza Putin en los medios de comunicación y entonces veríamos quién es más popular. ¿Quienes son esos dirigentes del “Frente”? Yekaterina Lajóva, que en la época de Yeltsin comandaba la “sección femenina”. Frants Klintsevich, quien también fuese persona de confianza de Yeltsin. O el mismo Alexánder Shojin, líder sindical de los oligarcas… Esa es la “retaguardia” del “Frente”. Y además ¿dónde se ha visto que un gobierno se convierta en “Frente”? el gobierno es un órgano ejecutivo, que se encarga de resolver los problemas del día a día.

A la gente de la calle toda esa gente que menciona no les interesa. Para ellos lo importante es saber con quién está Putin. Si él está con el “Frente Popular” y con “Rusia Unida”, significa que hay que respaldar a esas organizaciones. Y por cuanto en Vladímir Putin confía del orden del 70% de los ciudadanos, la victoria de “Rusia Unida” está prácticamente garantizada. Y si a alguno le asoman dudas, la televisión le ayudará a hacer la elección correcta.

Putin siempre ha estado y sigue estando al lado de “Rusia unida” y eso no ha evitado el desgaste de esta en las últimas elecciones regionales. Y además su índice de popularidad en absoluto es del 70%, sino del 43%. Así que el destacamento de partidarios de Putin se ha visto casi reducido a la mitad. Naturalmente, “RU” con ayuda del “aborregamiento televisivo de la población”, todavía puede recibir una cifra considerable de votos. Pero eso por si mismo no significa una victoria política. Es la fuerza de la inercia, pero de una inercia que pierde fuerza. Además si realmente a nuestros ciudadanos no les interesase lo que ocurre en el país, como usted insinúa, no seguiría viniendo a nosotros. Y lo hacen como modo de protesta contra ese supuesto “Frente Popular”. Entienden perfectamente que ese “Frente” representa y defiende los intereses de los habitantes de las urbanizaciones de lujo de la carretera Rubliovo-Uspienskoye. Es el “Frente” que les defiende de los 40 millones de jubilados que sobreviven con una pensión miserable, que les defiende de los médicos y profesores con salarios irrisorios, que les defiende de los 13 millones de minusválidos que se han quedado sin trabajo, y de los jóvenes que han terminado sus estudios y no pueden encontrar un trabajo digno.

Supongamos que reciben el apoyo de la gente. ¿Qué viene luego?

Luego viene el trabajo diario, minucioso. Hemos publicado nuestro programa de modernización socialista en una tirada especial de “Pravda” de 5 millones de ejemplares. No debemos dejar pasar ni un día para que todo el mundo conozca y se familiarice con ese programa. Es un programa que incluye 11 programas sectoriales, y diez direcciones capaces de asegurar un desarrollo seguro del país. Un programa de medidas anticrisis de plena actualidad, siendo que seguimos inmersos en la crisis global en la que se encuentra el planeta desde el 2008. Pero lo principal es el trabajo con la gente. El trabajo diario de explicación de nuestras propuestas, objetivos. Sembrar la seguridad, la esperanza de que se puede corregir esta vida, hacerla más limpia, más honrada, más justa. Dar a la gente un sentido de perspectiva, de futuro.
 Llevan años asustando a la gente en los medios, que si cometas que viene a la tierra, que si el calendario maya anuncia el fin del mundo, que va a desviarse el eje de la tierra, que nos invadirán las fuerzas del mal. La gente comienza a tener miedo de todo lo que les rodea, a encerrarse en sí mismos, a perder la voluntad y la capacidad de actuar. La gente se atomiza, la sociedad se desintegra, se pierden los valores, los puntos de referencia. Al poder eso le interesa, para disponer a su antojo de esa masa humana. Nosotros luchamos por todo lo contrario, por la unión de la gente, por la capacidad del pueblo de manifestar su creatividad, por el aumento de la autoconciencia, por la creencia en un futuro mejor.

No le interesan a nuestra gente los programas, como hace tiempo que dejaron claro los sociólogos. Y los partidos tampoco les interesan, no confían en ellos. La gente está cansada de la política. Y los problemas personales en la mayoría de los casos no se han agudizado hasta el punto en que la gente coja en diciembre y vaya a votar, con el sentimiento de protesta, por cualquier otro partido con tal de que no sea “Rusia Unida”.

No es cierto. La gente está cansada de la politiquería, de la mentira, del cinismo. En la sociedad se está vislumbrando una evidente demanda de justicia social, de un gobierno responsable. Aparte de eso, lo que estamos viendo hoy, es como el planeta protesta contra el neoliberalismo, el sector especulativo, la explotación sin precedentes, contra el enriquecimiento de un reducido círculo de elegidos y el empobrecimiento de la mayoría... Algunos países han hecho sonar la alarma, otros proponen hacer algo para llevar a cabo políticas justas para las personas y para la naturaleza. Son las políticas de izquierda que están llamando a todas las puertas y ventanas. Dice usted que no todos van a votar por nosotros el día de mañana. Posiblemente. Pero pasado mañana saldrán con nosotros a la calle.

En su programa se proclama la igualdad de derechos de todos los tipos de propiedad, incluyendo la privada, pero por otra parte el programa de modernización socialista proclama la nacionalización de prácticamente todo el sector real de la economía.

No es así. Lo que proponemos es llevar a cabo un referéndum, cuyo resultado nos permitan nacionalizar únicamente el sector de la industria de extracción de materias primas y una serie de sectores estratégicos, que sin una gestión sólida impiden que un país pueda permanecer unido y con perspectivas de futuro. Eso afecta a los ferrocarriles, a la red eléctrica, a los oleoductos, a las comunicaciones y al Complejo Militar Industrial (CMI). Además habría que nacionalizar la producción de bebidas alcohólicas. Son esos los sectores donde el estado debe tener el paquete de control y determinar las políticas.

El estado empezará controlando el “CMI”. Luego para mayor operatividad y fiabilidad necesitará hacerse con el control de muchas empresas relacionadas con este sector. Y así en cinco, diez años, según su programa todo será propiedad del estado como en la época soviética.

En la URSS ciertamente el 96% de la propiedad era estatal. Y eso es totalmente equivocado. Cuando estábamos en el “Gosplan” (Ministerio de planificación) y fijábamos el precio de un bocadillo en Yereván (Armenia), eso era una estupidez. La completa estatización de todo lo habido y por haber es la causa de la derrota de la URSS y el PCUS. Por eso en nuestro programa se recoge que el sector privado pueda participar en todas las esferas de la producción.

Sí, pero su programa le reserva solo el comercio y la pequeña empresa. Y eso con el derecho que se reservaría el estado a fijar los precios de los principales bienes de consumo.

No fijar, pero sí regular. ¿Pero tanto le preocupa el destino de todos aquellos que han saqueado al pueblo, de los Berezovski, Abramóvich y demás? Sí, les va a tocar devolver lo robado. Y el pueblo es algo que sin duda aprobará. Llevaremos a cabo una consulta popular, un referéndum para que el pueblo dictamine su voluntad. ¿Adivina que saldrá?
¿Considera usted que Putin es ese líder capaz de sacar al país de su estad actual?

No está capacitado en absoluto para hacerlo. Sus intereses de clan y personales siempre se acaban imponiendo sobre los intereses populares y del estado.

“Tenemos posibilidades de sacar más del 50% de los votos”

Usted y su partido lleva diciendo lo mismo desde hace más de diez años, y hasta ahora solo han tenido una victoria en las legislativas en el 95.

Aquel año la gente “recuperó la vista”. “Los “reformadores” les engañaron de un modo cruel e implacable. Y cuando Putin llegó, la gente recuperó la esperanza, al ver a una persona joven, sobria, pensó que podría arreglar la situación, desarrollar el país. Si repasáramos el primer discurso de Vladímir Putin en el parlamento, yo estamparía mi firma debajo de mucho de lo que allí se decía. Pero luego no terminó nunca de salirse de esa senda corrupta, sucia, demente, de Yeltsin. No se ha creado nada. Para “tirar a la escoria por el retrete” (frase célebre de Putin tras la tragedia de Beslán. N de la T) al menos hay que construir retretes. Ahora el gobierno no se somete a ninguna norma ni ley. Siguen sin organizar unas elecciones limpias. Por eso no tienen ningún interés en enfrentarse a nosotros en debates electorales. Ni Yeltsin, Ni Putin, ni Medvédev, han querido nunca debatir con nosotros.