Últimas entradas

Mostrando entradas con la etiqueta ANALISIS/ARTICULOS SOBRE SOCIALISMO. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ANALISIS/ARTICULOS SOBRE SOCIALISMO. Mostrar todas las entradas

Sobre el imperialismo-la pirámide imperialista





Artículo para El Machete, Revista de teoría y política del Partido Comunista de México


Por Aleka Papariga
Secretaria General del Partido Comunista de Grecia
Los días 11-14 de abril de 2013 se celebrará el 19º Congreso del KKE cuyo tema básico, aparte del informe de las actividades y de las tareas hasta el próximo 20º Congreso, es la elaboración del Programa del Partido y de sus Estatutos.
Uno de los asuntos que plantea el oportunismo contra el Partido es nuestra evaluación (que por cierto no es nueva ya que se menciona en el Programa actual y fue elaborada en el 15º Congreso, en 1996) que el capitalismo griego está en la fase imperialista de desarrollo y que ocupa una posición intermedia en el sistema imperialista internacional, con una fuerte dependencia de los EE.UU. y de la Unión Europea.
Atacan a la posición de que la lucha por la defensa de las fronteras, de los derechos soberanos de Grecia, desde el punto de vista de la clase obrera y de los sectores populares, está inextricablemente ligada con la lucha por el derrocamiento del poder del capital. El pueblo griego no debe defender los planes de guerra de uno u otro polo imperialista, la rentabilidad de uno u otro grupo monopolista.
El KKE tiene una rica experiencia que confirma plenamente la posición leninista sobre la relación entre el imperialismo –como la fase superior del capitalismo- y el oportunismo en el movimiento obrero, lo cual es un asunto que no está relacionado sólo con Grecia, sino con todos los países capitalistas. No es casualidad que la esencia económica del imperialismo que es el monopolio con sus rasgos característicos es subestimada o se deja de lado también por los partidos comunistas que se han adherido al oportunismo ya sea antes o, principalmente, después de la victoria de la contrarrevolución en los países socialistas.
La percepción oportunista sobre el imperialismo y la negación de la existencia de un sistema imperialista internacional (pirámide imperialista)
El término imperialista se ha puesto muy de moda recientemente en Europa y en Grecia entre fuerzas que no lo utilizaban con frecuencia o tan fácilmente en los años anteriores. El problema es que el imperialismo se presenta como algo diferente y distintivo del capitalismo, como un concepto político separado de la base económica, una posición que fue respaldada fuertemente por el padre del oportunismo, Kautsky. El oportunismo resulta, entre otras cosas, incapaz de modernizarse; repite a Kautsky, recurre a argumentos anticientíficos, se centra deliberadamente en la superficie y no en la esencia. No está en su interés y por lo tanto no puede ver el panorama total de la economía capitalista mundial en sus relaciones internacionales mutuas. Él que no quiere entender la esencia económica del imperialismo y ver en esta base la superestructura ideológica y política, al final lo absuelve, lo apoya y siembra ilusiones entre las masas obreras y populares de que existe capitalismo bueno y malo, gestión burguesa buena e ineficaz. En último análisis, el oportunismo quiere una sociedad capitalista sin las supuestas desviaciones, llamando desviaciones las propias leyes de la economía capitalista y sus consecuencias. Oculta a los pueblos la esencia clasista de la guerra, ya que la critica desde el punto de vista moral por sus consecuencias trágicas. Siembra la ilusión de que el capitalismo puede garantizar la paz si se imponen los principios de igualdad y libertad, de entendimiento político entre los países capitalistas rivales, si se ponen reglas en la competencia intercapitalista.
El oportunismo, el reformismo repite con un estilo de innovador la percepción antigua, vieja y anticuada de que el imperialismo se identifica con la agresión militar contra un país, la política de las intervenciones militares, los bloqueos, con el esfuerzo de reactivar la antigua política colonial. En Europa los oportunistas identifican el imperialismo con Alemania y con el dogmático, según dicen, punto de vista liberal autoritario. La política de los EE.UU. bajo la administración de Obama se considera progresista por las diferencias parciales con Alemania sobre la gestión de la crisis, o se considera imperialista solamente en relación con América Latina. Se considera como progresista cada intento de la clase obrera, por ejemplo de Francia o de Italia, de confrontar el antagonismo con el capitalismo alemán. El oportunismo en Grecia tiene como posición fundamental la de que el país está bajo ocupación alemana, que se ha transformado o que se está transformando en una colonia, que la están saqueando la señora Merkel y los acreedores. El enemigo principal, aparte de la propia Alemania, es la tríada de la Unión Europea, del Banco Central Europeo y del Fondo Monetario Internacional que supervisan y determinan la gestión de la deuda externa e interna y del déficit fiscal. Acusan a la burguesía del país y a los partidos gubernamentales de traidores, antipatriotas, subordinados y serviles a Alemania, a los acreedores o a los banqueros.
Acusan al KKE por nuestras evaluaciones sobre el capitalismo griego en el sistema imperialista internacional, lo cual no aceptan que existe. Consideran que Grecia es un país ocupado principalmente por Alemania y que el régimen es neo-colonial.

Doménico Losurdo sobre Stalin


Doménico Losurdo. Stalin: historia y crítica de una leyenda negra, Barcelona, El viejo Topo, 2011.
Jaime Ortega Reyna
No hay duda de que Doménico Losurdo, filósofo italiano de gran trayectoria, es uno de los intelectuales más interesantes y polémicos del medio marxista de su país. En español apenas algunas obras han sido traducidas: en Argentina se publicó su trabajo sobre Heidegger y el concepto de comunidad; y recientemente una serie de ensayos sobre las revoluciones en Rusia y China[1]; en España se tradujo su trabajo sobre el Lenguaje del Imperio, su Contra-historia del liberalismo y muy recientemente un trabajo sobre Kant. En México la revista Dialéctica ha publicado algunos artículos de su autoría que merecen la pena ser leídos para comprender el contexto del texto que aquí reseñamos[2]. Además de estos trabajos, Losurdo ha ganado relevancia por su profundo conocimiento de la situación de la China actual, pero también por sus trabajos filosóficos sobre Hegel, Nietzsche, Gandhi y Marx sólo publicados en Europa. Tristemente su trabajo sobre Gramsci no ha sido traducido al español, aun cuando data de finales de los años noventa.
            Pues bien, recientemente la conocida editorial el Viejo Topo ha decidido publicar el que quizá sea el más polémico de todos sus trabajos: un libro de revisión historiográfica en torno a la figura de Stalin. Dicho libro, publicado en Italia en 2008, levantó un revuelo impresionante en la prensa y los medios académicos y políticos de izquierda[3]. Dicha polémica podría ocupar todo un artículo sobre las tendencias actuales de la izquierda italiana. Sin embargo en esta modesta reseña apuntamos algunos de los principales nudos problemáticos que el libro de Losurdo afronta, tomando en cuenta las dos reseñas más importantes en español: la de Salvador López Arnal aparecida en varias entregas en Rebelión y la del también prolífico y reconocido intelectual italiano Antonio Infranca publicada en la revista Herramienta .
            Stalin ha sido la figura negra del comunismo a nivel mundial. Para Losurdo, gran parte de la historiografía que se construye en torno a su figura adolece de serías deformaciones, no sólo en un plano metodológico o académico, sino francamente asumen la forma de mentiras o difamaciones, que se han trasmitido y se seguirán trasmitiendo como lugar común, lo que ha resultado en una historiografía poco crítica o, insistimos, francamente fantasiosa de algunos momentos de la historia. El clímax de dichas deformaciones es el intento, constante, repetido y apabullante que equipara a Hitler y el fascismo, con Stalin y el comunismo.
Losurdo demuestra las falsedades de “lugares comunes” en la historiografía, enumeramos algunos de ellos:
1) La supuesta “crisis” inmediata a la invasión alemana, que presenta a un Stalin golpeado emocionalmente ante la traición de su “aliado”, lo cual se orienta hacia una devaluación de su papel como dirigente del Estado que venció al nazismo, en gran medida sin la ayuda de occidente que se negó, sistemáticamente, a la apertura del segundo frente, lo que resultó en terribles pérdidas humanas y materiales para el país de los soviets.

Miguel Urbano Rodrigues: Actualidad del Manifiesto Comunista

Miguel Urbano Rodrigues
Villa Nova de Gaia
10 de abril de 2014

Relei hace unos días el Manifiesto Comunista. Han transcurrido 165 años desde que Marx y Engels divulgaran ese explosivo documento revolucionario.
El mundo actual es muy diferente de aquel que inspiró el Manifiesto. En la época, la Revolución de 1848 lastraba por Europa. El «espectro» del comunismo alarmaba a las clases dominantes, del Atlántico a los Urales. Pero solamente en 1917, casi medio siglo tras la Comuna de París, una revolución victoriosa y un partido comunista criaron el primer Estado socialista en Rusia.
Más de siete décadas duró la primera experiencia socialista triunfante. Finalizó con la trágica desintegración de la Unión Soviética y el regreso del capitalismo a Rusia.
Hoy, en Europa, el Poder es ejercido por las clases dominantes. Ta vez con una única excepción, burguesías arrogantes controlan los gobiernos. Los políticos que las representan son neoliberales, socialdemócratas domesticados, o nostálgicos del fascismo.
En este contexto histórico tan sombrío, fue con sorpresa que, al releer el Manifiesto Comunista, llegué a la conclusión que no perdió actualidad.
Continua cargado de enseñanzas para comunistas y no comunistas. Siento que en Portugal, señaladamente, es actualísimo.

HOBSBAWM,O MARXISMO E OS INTELECTUAIS




Miguel Urbano Rodrigues

Reli há dias o último livro de Eric Hobsbawm: «Como Mudar o Mundo -Marx e o Marxismo,1840-2011»*.
Publicado pouco antes do seu falecimento, é uma coletânea de ensaios, conferências e artigos escritos entre 1956 e2009.
Distancio-me como comunista de parte da obra do historiador inglês. A discordância de muitas das suas opiniões, nomeadamente a reflexão sobre o desaparecimento da União Soviética e a agressão imperialista ao povo afegão, não me impede de aconselhar a leitura de «Como Mudar o Mundo». O seu mérito maior é o balanço  que apresenta do legado de Karl Marx e da sua profunda repercussão nos seculos XIX e XX e neste início do XXI. Tal como assinala no prefácio, «o marxismo foi durante os últimos 130 anos, um tema importante no contexto intelectual do mundo moderno e, através da mobilização de forças sociais, uma presença crucial, e em alguns períodos decisiva, na história do seculo XX».
A devastadora crise de civilização que hoje enfrentamos demonstra que o capitalismo não tem solução para os problemas da humanidade e terá de ser erradicado. Marx é, hoje como ontem, atualíssimo: ajuda a compreender o presente e abre as alamedas do futuro.
 
DO ENTUSIASMO À DESERÇÃO

Lenin afirmou que sem teoria revolução alguma pode vencer e ter longa vida. Enunciou uma evidência confirmada pela História.
Daí a importância dos intelectuais revolucionários como produtores e divulgadores de ideologia.
A obra de Marx, a principiar pelo Manifesto Comunista, não teria alcançado projeção mundial, cumprindo um papel insubstituível como guia para a ação revolucionária, se sucessivas gerações de intelectuais não a houvessem divulgado, transmitindo às massas uma nova compreensão da História, da economia, da política.
Mas, ao comentá-la e interpretá-la, muitos autores também a desfiguraram.
O livro de Hobsbawm contém uma informação densa e valiosa sobre a lenta divulgação de Marx ao longo da segunda metade do século XIX e das primeiras décadas do seculo XX.
Neste desambicioso artigo apenas chamarei a atenção para alguns aspetos da difusão do marxismo antes e depois da segunda guerra mundial e da influencia que as posições assumidas por autores que comentaram e interpretaram Marx, deformando-lhe o pensamento, tiveram no rumo de partidos operários tradicionais e de grandes lutas sociais contemporâneas.
Nos anos 20 e 30 do seculo passado, a ascensão do fascismo na Itália e na Alemanha provocou um interesse crescente dos intelectuais pelo marxismo. Escritores como HG Wells, Anatole France,Bernard Shaw, André Malraux, Aragon ,entre outros, assumiram a defesa da União Soviética, e, na Europa Ocidental e nos EUA, os debates sobre a obra de Marx ganharam atualidade. Tres prémios Nobel de Literatura, Aragon , Roger Martin du Gard e André Gide aderiram ao PCF. A ameaça fascista condicionava o futuro da Humanidade. Após a II Guerra Mundial, o interesse pelo marxismo aumentou. O papel decisivo da URSS na derrota do Reich nazi contribuiu muito para a adesão maciça de milhares de intelectuais aos partidos comunistas. Filósofos como Bertrand Russell e Jean Paul Sartre assumiram frontalmente a solidariedade com o povo soviético e os movimentos em defesa da Paz. Nas universidades, professores que não eram marxistas aderiram ao partido comunista.
A partir dos anos 50, houve uma autêntica enxurrada de livros e debates sobre o marxismo. Mas, como sublinha Hobsbawm, «a grande maioria dos intelectuais marxistas nesse período era constituída de marxistas recentes para os quais o próprio marxismo era coisa tao nova quanto, digamos, o jazz, o cinema e a literatura policial» tinham sido para as gerações anteriores.
O marxismo dos europeus era, porem, até à morte de Stalin,com poucas exceções, o divulgado pelas publicações da Academia das Ciências da URSS.
As interpretações alternativas da teoria marxista somente surgiram  após as polémicas desencadeadas pelo XX Congresso do PCUS.
Os textos dos filósofos da Escola de Frankfurt, de Adorno, Horkheimer e Marcuse, porta-vozes do chamado «marxismo ocidental»,  são na época tema de apaixonados debates nos campus universitários, coincidindo com as campanhas dos grandes media contra Stalin. A palavra stalinismo, criada pela burguesia, entra no léxico politico.
Para muitos intelectuais, a URSS, na qual durante décadas viam a pátria do socialismo, o país que construira uma sociedade símbolo do progresso e do humanismo, tornou-se, no auge de campanhas anticomunistas, a imagem da tirania e da desumanização da vida.
 Os livros de Gramsci, até então pouco conhecidos fora da Itália, conhecem difusão mundial, extravasando dos meios académicos. Mas a leitura da “mensagem” da obra do autor dos «Cadernos do Carcere» difere muito, mesmo no âmbito dos Partidos Comunistas do Ocidente.
A própria teoria da Hegemonia – a dominação da cultura de uma classe sobre o conjunto da sociedade - foi submetida a múltiplas interpretações, algumas incompatíveis. Em França, na Itália em Espanha, gramscianos entusiastas utilizaram – na para desvalorizar a luta de classes. Desvirtuado, Gramsci, um marxista original- inclusive um «leninista» na polémica opinião de Hobsbawm- foi bandeira do eurocomunismo. No Brasil e em Cuba destacados comunistas também o invocaram, distorcendo-lhe o pensamento.
Paradoxalmente, as campanhas contra a URSS e o «socialismo real» não afetaram a difusão do marxismo.
O anti- sovietismo, sobretudo apos os acontecimentos da Checoslováquia em l968, marcou a opção revisionista de influentes partidos comunistas do Ocidente, mas não impediu a expansão do marxismo em escala mundial.
A ruptura entre Moscovo e Pequim, a Revolução Cubana, a opção pelo socialismo da maioria dos movimentos de libertação africanos, a ampla difusão das teses de Frantz Fanon, a disseminação do Eurocomunismo criaram uma atmosfera de confusão ideológica.
 Os estruturalistas, nomeadamente Althusser e Poulantzas, fizeram escola, semeando discípulos em dezenas de países. O primeiro foi, aliás, membro do Comité Central do Partido Francês. 
Textos de Che Guevara também foram utilizados, com frequência e má-fé, por intelectuais que, deturpando-lhe o pensamento, assumindo-se como marxistas, utilizaram o eurocomunismo como alavanca de combate à União Soviética.
Dirigentes e académicos dos partidos comunistas da França e da Itália, que aderiram desde o início à perestroika não hesitaram em glorificar Gorbatchov e acompanharam com entusiasmo o processo de destruição da União Soviética. Das críticas a Stalin passaram rapidamente à crítica de Lenin.
O revisionismo de alguns partidos operários evoluiu em poucos anos para posições ostensivamente anticomunistas.
Um secretário-geral do PCF, Robert Hue, saudou como acontecimento positivo a desagregação da URSS, afirmando que tudo no país da Revolução de Outubro tinha sido negativo.

A VAGA REVISIONISTA 

A ofensiva revisionista precedeu, aliás, a perestroika.
As obras dos ideólogos da Escola de Frankfurt, foram amplamente publicadas nos EUA e saudadas pelas «novas esquerdas» americanas como contribuição revolucionaria ao marxismo. Nas grandes universidades, os epígonos de Marcuse condenaram em bloco os partidos comunistas existentes, revisionistas ou não, qualificando-os de traidores da causa socialista.
Os livros de Marx voltaram a ser amplamente editados e debatidos. «O Capital, entretanto, foi tratado como se fosse quase uma obra de epistemologia. Segundo Hobsbawm, “ a pesquisa e a análise do mundo real esconderam-se atrás do exame generalizado das suas estruturas e mecanismo, ou até atrás da investigação ainda mais genérica de como ele devia ser apreendido. Os teóricos eram tentados a passar de um exame dos problemas e perspetivas específicos de sociedades reais para um debate sobre a «articulação» dos «modos de produção» em geral”.
Muitos intelectuais, sobretudo os estruturalistas, esforçaram-se, na exegese da obra de Karl Marx, por opor os escritos do jovem Marx aos do Marx da maturidade. Dezenas de livros foram editados tendo por tema supostas e insanáveis contradições entre «Os Manuscritos de 1844» e «O Capital». Forjar imaginárias contradições entre Marx e Engels e opor ambos a Lenin foi outra modalidade de anticomunismo cultivada por marxologos antissoviéticos.
Esse cosmopolitismo marxizante somente deixou de fascinar os académicos das grandes universidades do Ocidente quando a URSS se desagregou e um capitalismo selvagem se implantou na Rússia, durante o consulado de Ieltsin.
O desaparecimento da União Soviética - uma tragedia para a Humanidade, festejada no Ocidente como vitória histórica da democracia-  atuou  como terramoto em partidos comunistas que já  tinham optado por um reformismo transparente. Muitos dirigentes apressaram-se a renegar o marxismo. Entre os intelectuais a debandada foi imediata; alguns invocaram a revolução técnico-cientifica para romper com o passado de comunistas.
O marxismo foi varrido das universidades e das livrarias.
Nos EUA, Francis Fukuyama,um funcionário do Departamento de Estado, anunciou com alegria o «Fim da História», a morte do comunismo e a vitória do neoliberalismo como a ideologia para a eternidade.
PRESENÇA DE MARX
A profecia foi,porém,rapidamente desmentida.
Marx volta hoje a ser editado, lido e o seu pensamento e obra debatidos. Na Europa, na America, na Asia, na Africa, Congressos e Seminários Internacionais são promovidos para o recordar e estudar.
Em Paris, Jean Salem promove na Sorbonne desde 2005 um Seminário semanal sobre «Marxismo no seculo XXI» em que participam em media 200 pessoas e que é acompanhado na Internet por dezenas de milhares.
O «Manifesto Comunista» é reeditado em dezenas de países, tal como as obras de Marx e Engels.
Como as causas que estão na origem das grandes revoluções não desapareceram e a crise do capitalismo se tornou estrutural, o renascer do interesse pelo marxismo é hoje uma realidade, não obstante a perda de influência dos partidos comunistas.
A cada ano aumenta o número de Congressos e Seminários Internacionais dedicados a Marx e à sua obra. Essas iniciativas mobilizam porem intelectuais que se situam em quadrantes ideológicos muito diferentes. Era inevitável. Emmanuel Wallerstein criou a expressão «os mil marxismos» em comentário a essa heterogeneidade.
Muitos marxianos interessam-se por Marx numa perspetiva exclusivamente académica. Ignoram a praxis.
Outros, embora afirmando a necessidade da luta contra o capitalismo e o imperialismo, concentram-se apenas em questões teóricas, distanciados de qualquer tipo de militância em organizações politicas.
Não esqueci o comentário ouvido do historiador Albert Soboul quando um comunista, professor da Universidade de São Paulo, no Brasil, expressou uma grande admiração pela contribuição do filósofo   Henri Lefèbvre como eminente marxista.
«É verdade-disse- ele escreveu livros importantes. Mas creio que nunca entrou numa fábrica, temo que nunca tenha falado com um operário».
Em Encontros sobre Marx participam também marxianos, sobretudo de tendência
trotskista, cujos trabalhos estão mais orientados para a crítica ao «socialismo soviético» do que propriamente para a exegese do pensamento do autor de «O Capital». Recordo o livro de uma historiadora portuguesa que, na tentativa frenética de responsabilizar Álvaro Cunhal pelo desfecho negativo da Revolução de Abril, o define como um menchevique português que teria impedido a luta revolucionária da classe operária…
Atitudes como essas não ocultam uma evidência: o renascimento do interesse por Marx e o marxismo é um fenómeno social e político de âmbito mundial, inseparável da consciência de que o capitalismo está condenado a desaparecer e que a única alternativa é o socialismo.
Reler os clássicos do marxismo, sobretudo Marx, tornou-se uma exigência das grandes lutas da humanidade contemporânea. Para preparar o futuro, como lembra Jean Salem.
Publicado no numero 3 de  «El Machete, revista de teoria y politica» do Partido Comunista do Mexico, Outubro   de 2013

*Eric Hobsbawm,«How to Change the World-Marx and Marxism,1840-2011»,London 2011


Contra o fascismo e a guerra

Albano Nunes
Avante



O 15.º Encontro Internacional de Partidos Comunistas e Operários realizado em Lisboa em 8, 9 e 10 de Novembro com a participação de 75 delegações provenientes de 63 países aprovou um conjunto de Linhas de acção comum ou convergente cuja importância deve ser valorizada. Por duas razões fundamentais. A primeira porque, sem esquecer que nada pode substituir o enraizamento e a luta dos partidos comunistas no seu próprio país, só a cooperação internacionalista, entre si e com as forças revolucionárias e progressistas de todo o mundo, pode conter e derrotar a violenta e concertada ofensiva do imperialismo contra os trabalhadores e contra os povos. A segunda porque, como a história demonstra, a cooperação dos partidos comunistas na acção e para a acção é determinante para forjar os laços de recíproca compreensão, respeito, amizade e solidariedade indispensáveis à unidade do movimento comunista e ao fortalecimento do seu papel insubstituível na luta para libertar a Humanidade do flagelo do Capital.



O movimento comunista e revolucionário mundial fortalece-se, não através de estéreis discussões «ideológicas» e polémicas públicas, mas voltando-se decididamente para as massas e para a luta em defesa dos seus interesses e aspirações mais sentidas. «Rejeitando – como sublinhou o Comité Central do PCP na sua reunião de Dezembro – as diferentes formas de oportunismo, seja na sua expressão de adaptação ao sistema ou dogmática e sectária». Reconhecendo diferenças de situação e de opinião, mesmo divergências por vezes sérias – como aconteceu no 15.º Encontro em que não foi possível chegar a uma Declaração Final – mas valorizando o que une e persistindo na acção comum ou convergente contra o inimigo de classe, com a certeza de que, articulado com o exame franco e fraternal dos problemas, esse é também o caminho para aproximar posições no plano político e ideológico.

Todas as linhas de acção decididas no 15.º Encontro são importantes, mas deve chamar-se a atenção para as que se referem à luta contra o racismo, a xenofobia, a extrema-direita, que sublinham a importância do combate ideológico ao anti-comunismo e às falsificações da História e que propõem que o 100.º aniversário do início da Primeira Guerra Mundial (1914/18) e o 75.º aniversário do da Segunda Guerra Mundial (1939/45) sejam ocasião para combater o revisionismo histórico, evidenciar as raízes de classe do fascismo e da guerra, mostrar o papel determinante dos comunistas e da URSS na derrota do nazi-fascismo e a ligação da luta pela paz com a luta pelo socialismo.



A oportunidade e importância destas decisões é evidente. O desenvolvimento da crise capitalista despoletada há cinco anos com a falência do Lehman Brothers, confirmando que ela é expressão de uma crise mais profunda, estrutural e sistémica do capitalismo, está a ser acompanhada do desenvolvimento de tendências autoritárias e de medidas repressivas que estão a configurar uma concepção e prática dos estados burgueses e das instituições internacionais de articulação imperialista, como a União Europeia, de perigosos contornos fascizantes. A afirmação pode parecer excessiva, mas não o é se atentarmos no modo sorrateiro como, perante o desenvolvimento da luta popular e a ameaça revolucionária ao seu poder, as classes dominantes impuseram ao longo do século XX as mais cruéis ditaduras e desencadearam as guerras mais sangrentas. A abrir caminho vão os marginais racistas, nacionalistas e anti-comunistas que levantam cabeça por essa Europa fora e que, com as consequências sociais da crise e a opressão supranacional da integração capitalista, tendem a crescer ainda mais.


É a tudo isto que os partidos comunistas consideram que é necessário reforçar o combate, antes que seja demasiado tarde.

Carta de Molotov al PCUS despues del XX congreso

A mis camaradas del Presídium
De V. Molotov


Una vez concluido el XX Congreso del Partido quiero advertir a mis colegas del peligro con que nos enfrentamos como resultado de nuestras acciones. Hablo libremente porque, como es bien sabido, acepté la decisión colectiva, denuncié mis propias ideas, expresadas con anterioridad y me uní a un esfuerzo que, no puedo ocultarlo, sigo considerando como aventurerismo derechista.
Recordemos las discusiones que han tenido lugar durante los años pasados y que han culminado ante el Congreso.
Algunos de nuestros camaradas adoptaron la siguiente posición:
1. En una reacción prolongada de la guerra de Corea, los Estados Unidos estaban dedicando sus esfuerzos de un modo primordial al desarrollo de un anillo de pactos militares.
2. Estos pactos eran impopulares y al mismo tiempo ineficaces. Los pueblos de los países afectados deseaban la paz, el desarrollo económico y un creciente desarrollo nacional, así como una posición mejor para sus naciones.
3. Por tanto, era el momento oportuno para asociarnos con estos sentimientos emocionales y desbordar a los americanos.
Yo encabecé a los que adoptaron una posición opuesta, entre los que se contaban los más experimentados de entre nosotros en esas cuestiones. Manteníamos la siguiente posición:
a) La táctica propuesta fortalecería a los Gobiernos burgueses existentes, concedería tiempo a dichas naciones para organizarse y fomentaría una fase prolongada de desarrollo burgués.
b) La influencia que obtendríamos con una táctica semejante sería superficial y no podría traducirse en una toma del poder seria par parte de los comunistas.
c) La táctica necesaria del Frente Popular dentro de esos países haría imposible el desarrollo de la táctica de guerrillas e infiltración que es la única que promete éxito en esas zonas.
d) Podríamos vernos arrastrados a una competencia económica costosa en un momento en que nuestros recursos son altamente necesarios para finalidades militares y económicas dentro de la Unión Soviética.
La única esperanza que cabía hacerse consistía en que sin ayuda americana esos países, con sus estúpidos métodos burgueses, fracasarían, en sus planes económicos y se volverían hacia nosotros.
Repito que considerábamos la táctica propuesta como una negación de todas las lecciones de nuestra experiencia, desde la victoria de Lenin, en octubre, a nuestro triunfo diplomático en Ginebra, en 1954, en la cuestión de Indochina. Hasta ahora nuestro movimiento no ha confundido nunca los síntomas superficiales del poder y de la influencia con su esencia. En último análisis, el poder es una cuestión de control físico, y la política propuesta no promete en modo alguno el control físico. Al contrario, hace más difícil el problema de su adquisición.
Como sabéis muy bien, ninguno de las que abogaban por la política propuesta fue capaz de explicarnos cómo se pasa de los pactos económicos y de los collares de flores para nuestros colegas a la adquisición seria del poder. Pero nuestro inteligente y flexible camarada Mikoyan dejó bien sentada la cuestión con sus dos famosas proposiciones:
1. Lo que es malo para los Estados Unidos es bueno para la Unión Soviética.
2. Mikoyan puede obtener beneficios de la ayuda económica soviética.
Estos dos conceptos superficiales y, si se me permite, casi cosmopolitas, dejaron bien sentada la cuestión; y nos unimos todos para enunciar las doctrinas del XX Congreso: coexistencia prolongada, frentes populares y todo la demás.
¿Por qué vuelvo ahora a estas cuestiones dolorosas, tras de haber aceptado de buena gana la decisión colectiva? Lo hago porque en este momento creo que bien pronto veremos cómo se dispara la trampa americana sobre nosotros. Estamos comprometidos en esas posiciones y políticas altamente fluidas. Cada día llevamos a cabo algunas medidas, y fortalecemos en algún modo a Gobiernos no comunistas sobre los que no tenemos ningún control real. En tanto que los americanos prosiguen su política actual podemos influir indudablemente sobre esos Gobiernos, para que actúen en nuestro interés. ¿Pero están obligados los americanos a seguir concentrándose estúpidamente en sus pactos militares? ¿Son sus círculos dirigentes (que pueden achacar los cambios a excusas tan absurdas como unas elecciones a la opinión pública mercurial), son sus círculos dirigentes -os pregunto- incapaces de cambiar su política económica exterior? Y si lo hacen, ¿qué controles dignos de confianza poseemos sobre los Gobiernos medioorientales y asiáticos para asegurarnos de que, una vez fortalecidos, no volverán a adherirse al bloque americano?
Siempre hemos sabido que el margen de éxito o fracaso del segundo plan quinquenal indio era una cuestión de unos cuantos miles de millones de dólares en divisas extranjeras. Esto llegó a excitar incluso a algunos de nuestros camaradas. Recordad que sólo con grandes esfuerzos logré persuadir a algunos camaradas para que no hiciesen de este plan un éxito de Nehru prestándole ese dinero. Pero, ¿creéis que los americanos, que han estado fingiendo estupidez en esta cuestión, son incapaces de realizar la oferta ahora, una vez que nos hemos lanzado al aventurerismo derechista? El dinero significa poco para ellos; y si prolongan el auge del automóvil, como nos decía ese gran experto en capitalismo americano que es Mikoyan, tendrán que hacer préstanos al extranjero en el próximo año si quieren mantener el pleno empleo.
Y lo mismo puede decirse de Birmania, Indonesia, Pakistán y -tomad nota de mis palabras- de Oriente Medio.
Camaradas: estamos jugando con fuego burgués y acabaremos por quemarnos. Se nos ha tendido un cepo. Bien pronto los americanos volverán a esas zonas pobres con dinero, técnicos e intereses y misioneros; y los pueblos estarán contentos al volverles a ver. La India obtendrá Goa con apoyo americano y con un gran crédito para América gracias a la inteligencia de Dulles. Pronto tendremos que volver a los principios auténticos de Lenin y Stalin- sí, de Stalin- y más nos valdría empezar a pensar sobre lo que tendríamos que hacer en ese caso.

V. Molotov, 29 de febrero de 1956

La lucha del KKE contra el oportunismo. La experiencia de los años 1949-1968

Por Makis Mailis
miembro del Comité Central del KKE
responsable de la Sección de Historia del KKE

En noviembre de 2011 se publicó en Grecia el segundo volumen del Ensayo de la Historia del KKE, después de un largo período de debate que tuvo lugar en todas las organizaciones del Partido y de la Juventud Comunista de Grecia. Este proceso se completó con la celebración de una conferencia a nivel nacional, el 16 de julio de 2011, que aprobó el texto final del Ensayo de la Historia.
El segundo volumen abarca el período 1949 – 1968. Recorre el período desde el fin de la lucha armada que llevó a cabo el Ejército Democrático de Grecia durante tres años y medio (12 de febrero de 1946-29 de agosto de 1949) hasta la Sesión Plenaria del Comité Central del KKE (5 – 15 de febrero de 1968), en que el KKE se escindió y los que desertaron del partido, y habían formado un grupo revisionista de derecha (eurocomunista), fundaron un nuevo partido llamado KKE (interno).
Aunque el período que abarca son los años 1949 – 1968, el Ensayo de la Historia del Partido se remonta a la década de 1940. Esto es porque los documentos del partido en el período que examinamos tratan también de modo exhaustivo la década de 1940, porque la deducción de conclusiones de entonces fue la condición previa para que el partido formara su política en las nuevas condiciones.
Los derrocamientos contrarrevolucionarios, que se culminaron en 1989 – 1991, obligaron a nuestro partido a examinar su acción y su historia más en profundo. Nos vimos obligados a profundizar la valoración histórica de las decisiones y las acciones del KKE en base a conclusiones fundamentales de los desarrollos negativos anteriormente mencionados que se incorporaron en las resoluciones de sus congresos en los últimos veinte años, especialmente en el 18º Congreso (2009).
El KKE considera que el estudio de su historia es elemento de su desarrollo puesto que la experiencia histórica hace que la acción del Partido para la organización de la lucha de clases por la abolición de la explotación de hombre por el hombre sea más incisiva y eficaz. En este sentido el estudio de su historia llega a ser un proceso de inspiración para la acción consciente.
La cuestión más básica que trata el Ensayo de la Historia es la estrategia del KKE. Los criterios para su evaluación son los siguientes ejes:
1. Nuestra época es la época de transición del capitalismo al socialismo puesto que el capitalismo ha entrado en la etapa reaccionaria desde hace más de un siglo. Ha pasado sin retorno la época de las revoluciones democráticas burguesas que impulsaban el progreso social derrocando el poder de los feudales y eliminando los restos de las relaciones feudales de producción. El derrocamiento de la construcción socialista con el predominio de la contrarrevolución de 1989 – 1991 no desacredita esta acción sociopolítica revolucionaria como necesaria, vigente y como perspectiva.
2. El carácter de la revolución no se determina por la correlación de fuerzas existente, sino por la maduración de las condiciones materiales por el socialismo. El nivel mínimo de maduración de las condiciones materiales existe también cuando la clase obrera es una fuerza minoritaria como porcentaje en la población económicamente activa, una vez que toma conciencia de su misión histórica con la formación de su Partido.
3. Entre el capitalismo y el socialismo no existe ningún sistema socioeconómico intermedio por lo que no puede existir ningún tipo de poder intermedio.  El carácter del poder será o bien burgués o bien obrero (proletario). El punto de vista-posición de la posibilidad y de la necesidad de establecer un poder intermedio no se ha confirmado en ningún país.
El 18º Congreso del Partido trató este asunto y subrayó que no se debe confundir el carácter del poder con los “momentos” transitorios del tiempo histórico y repitió la posición programática del 15º Congreso acerca de los “momentos” transitorios:
“En condiciones de culminación de la lucha de clases, de ascenso revolucionario del movimiento popular, cuando haya iniciado el proceso revolucionario, es posible que surja un gobierno como instrumento de poder popular con la aprobación y el consentimiento del pueblo luchador, sin que se lleven a cabo elecciones generales ni procesos parlamentarios. Este gobierno se identificará o le separará distancia típica del poder de la clase obrera y de sus aliados. (...)
Para nuestro Partido está claro que el carácter del poder es la Dictadura del Proletariado sin que se confunda con otras formas de poder intermedios. Es una cosa darse cuenta posteriormente, es decir a través de la investigación histórica, de las diferentes formas que pueden surgir del proceso durante el cual no se haya derrocado todavía el poder burgués pero que haya empezado su debilitamiento, su sacudida. Las formas que toman los niveles de la sacudida del poder burgués en cada momento histórico es un asunto de investigación histórica. Por ejemplo, los primeros gobiernos que se formaron por los frentes antifascistas en los países liberados por el Ejército Rojo, no fueron poderes obreros revolucionarios (Dictadura del Proletariado) sino contaron con la participación de fuerzas burguesas. Por eso rápidamente se desarrolló un conflicto sobre una cuestión del poder “quién gobierna a quién” y en la mayoría de los casos se resolvió con la conquista del poder obrero revolucionario (Dictadura del Proletariado). El curso de los acontecimientos no debe separarse de la existencia de las fuerzas del Ejército Rojo. (...) Pero también en el caso de la Revolución Cubana no existe poder intermedio y formación socio-económica intermedia. El enlace para el inicio del proceso revolucionario fue la lucha armada por la independencia nacional que se estableció y objetivamente resolvió el problema a través de su transformación en lucha por el socialismo. (...) Ni tampoco el “doble poder” en Rusia comprueba que puede existir un poder intermedio.” [11]

Las purgas del PC(b) de la URSS en la década de 1930

Mario Sousa, 2001
Editado por Ella Rule, 2005
Stalin Society
Traducido para “Crítica Marxista-Leninista” por Inessa de la Torre

Ofrecemos a continuación algunas secciones de la traducción al castellano de un extracto editado del trabajo de Mario Sousa sobre "La lucha de clases en la Unión Soviética durante los treinta". Este extracto se centra en las purgas del PC (b) de la URSS y refuta muchas de las falsedades de seudo historiadores y propagandistas burgueses. La presente traducción se basó en la edición realizada por Ella Rule, que fuera presentada en la "Stalin Society".

Las purgas o expulsiones del Partido Comunista soviético durante la década de 1930 es el tópico favorito de los propagandistas burgueses. El problema es retomado de tiempo en tiempo en los medios de comunicación burgueses que le dan al público historias falsas y ajenas a la verdad sobre las purgas, los juicios políticos y la Unión Soviética de ese periodo. Su propósito es difamar al socialismo y a la Unión Soviética para así desmotivar a la gente de escuchar a los comunistas, de tal manera que acepten al capitalismo como algo eterno. Es por esto que es importante difundir la verdad sobre este capítulo de la historia de la Unión Soviética para contrarrestar las mentiras burguesas así como para entender las dificultades que enfrentaron los bolcheviques durante el periodo revolucionario de transición.
Hechos acerca de la década 1930
Comencemos dándole al lector una imagen de la Unión Soviética en la década de 1930, década decisiva en su historia. Entre otras cosas, en la década de los 1930 fue cuando se realizaron los dos primeros planes quinquenales y cuando se llevó a cabo la colectivización de la agricultura. El ingreso nacional aumentó de 29 millones de rublos en 1929 a 105 millones en 1938: un aumento de 360 por ciento en 10 años. ¡Un logro único en la historia de la industrialización! 
Durante la década de 1930, la producción de la Unión Soviética creció a un grado sin precedentes. A comienzos de 1930, el valor total de la producción industrial fue de 21 millones de rublos. Ocho años después, sin embargo, sobrepasó los 100 millones de rublos (ambas cifras a precios de 1926-27). ¡La producción industrial del país aumentó casi cinco veces en ocho años! A principios de 1930, el área sembrada con cultivos de varios tipos era de 118 millones de hectáreas. En 1938 alcanzó las 136.9 millones de hectáreas. Al mismo tiempo, se había completado la colectivización de la agricultura, superándose grandes problemas relacionados con la colectivización y la modernización. A principios de 1930, la Unión Soviética tenía 34,900 tractores; sin embargo, en 1938 contaba con 483,500. El número de tractores había aumentado casi catorce veces en ocho años. Durante este mismo periodo, el número de cosechadoras aumentó de 1,700 a 153,500 y el número de segadoras de 4,300 a 130,800. 
En la década de 1930, el desarrollo cultural de la Unión Soviética también avanzó a grandes saltos. El número de estudiantes en todas las escuelas en 1929 era aproximadamente de 14 millones. En 1938, se incrementó a cerca de 34 millones, y en esa época, los alumnos matriculados en todo tipo de cursos, incluyendo los de tiempo parcial, sumaban alrededor de más de 47 millones. Casi un tercio de todos los ciudadanos había sido incorporado al sistema educativo. A inicios de la década de 1930, el analfabetismo en la Unión Soviética todavía se mantenía en un 33 por ciento (comparado con el 67 por ciento en 1913). Para 1938, el analfabetismo había sido completamente erradicado. Durante este periodo, el número de estudiantes de educación superior se triplicó, de 207,000 a 601,000. El número de bibliotecas en 1938 era de 70,000, superior a los 40,000 de 1933. En 1938, el número de libros en estas bibliotecas alcanzó la impresionante suma de 126 millones, comparados con los 86 millones que tenían en 1933. Durante los treinta, fue implementada otra medida, que demostraba la fortaleza ideológica y material de la Unión Soviética así como su compromiso con la igualdad de sus ciudadanos: específicamente, la introducción de la obligación de que toda la educación escolar primaria debía impartirse en los idiomas de las diferentes nacionalidades. Esto requería una gran cantidad de trabajo en el frente cultural y la producción de un gran número de libros nuevos, libros de texto y otros materiales de enseñanza en diferentes idiomas, algunos de los cuales ni siquiera existían de forma escrita. 
Este fue el marco en el que se dio lucha de las clases en la Unión Soviética en la década de 1930 y debe tenerse en cuenta al leerse este folleto.
Las purgas de la década de 1920 

ANTICOMUNISMO EN EL SIGLO XX Y XXI

Eleazar Melo
Militante de la JCV para Tribuna Popular


Con respecto a la proliferacion de grupos fascistas en toda europa y el resurgir de movimientos anti comunistas como en Ucrania donde derrumban estatuas de Lenin escribir esta reflexion.
Desde el surgimiento de la clases sociales, de los privilegios, de la explotación del hombre por el hombre, las clases dominantes se han visto en la necesidad de imponer por las buenas o por las malas su dominio y control sobre los oprimidos, de esta manera en todas las etapas históricas de la sociedad hemos conocido importantes revueltas, levantamientos de los oprimidos frente a los opresores y es conocido también como esa lucha por la libertad siempre busco ser aplastada a sangre y fuego .
Hoy en la era de la burguesía, con el nacimiento del capitalismo tenemos de sobra evidencias sobre lo que es la persecución al movimiento obrero que como referencia histórica podemos tomar a los mártires de Chicago, a las luchas obreras en el siglo XX en todo el mundo en la lucha por los derechos fundamentales que hoy pretenden ser arrebatados y hoy en el siglo XXI cuando el capitalismo sigue sin resolver los problemas de las grandes mayorías y por al contrario las agudiza, no ha de sorprendernos que el movimiento obrero y su proyecto histórico el socialismo-comunismo sea perseguido y condenado.
Lo primero que debemos definir es ¿que es el anti comunismo?

Stalin: Carta al Komsomol oponiéndose al culto a la personalidad

Carta enviada por Stalin al Komsomol, en 1938, haciendo referencia a las “Ediciones para niños”, criticando el culto a la personalidad que apareció en un libro sobre su infancia:
Soy contrario a la publicación de las ‘Historias de la infancia de Stalin’. El libro está plagado de una masa de contra-verdades fácticas, de alteraciones, de elogios inmerecidos. Los aficionados a los cuentos, los narradores de bobadas (quizá narradores de bobadas de buena fe), los aduladores, han inducido al autor a error. Es una lástima para el autor, pero así son los hechos.
Pero eso no es lo esencial. Lo esencial es que el libro tiene tendencia a sembrar en la conciencia de los jóvenes soviéticos y de la gente en general, el culto a la personalidad, del jefe, del héroe infalible. Es peligroso y nocivo. La teoría del héroe y de la muchedumbre no es una teoría bolchevique sino eserista. Los héroes hacen al pueblo, transforman la muchedumbre en pueblo, dicen los eseristas. El pueblo hace a los héroes, responden los bolcheviques a los eseristas. El libro lleva agua al molino de los eseristas. Todo libro de este tipo llevará agua al molino de los eseristas, perjudicará nuestra causa bolchevique común.

Aconsejo quemar ese libro