“Somos optimistas: es el momento de buscar la paz”
Ni en La Habana han dejado su costumbre de madrugar. “Nos levantamos a las 4h30 para despertar a los gallos para que canten”, me dice entre sonrisas Ricardo Téllez, más conocido como “Rodrigo Granda”. Me han citado a las 7am para entrevistar a tres miembros del Secretariado, máxima instancia de dirección de las FARC. Ellos están al frente de los diálogos que adelanta la organización insurgente con la delegación del gobierno colombiano, en La Habana. A este gran salón de una casa de “El Laguito”, donde residen (1), llegan también “Iván Márquez” y “Pablo Catatumbo”. Granda enciende un cigarrillo y bebe la segunda taza de café. Márquez tiene un gran tabaco cubano en la mano, que encenderá “después del desayuno”. Catatumbo sorbe el café y me repite: “Si los tres vamos a decir casi lo mismo, ¿para qué entrevistarme?”. Es la primera vez que un periodista logra tener a estos tres dirigentes guerrilleros juntos.
Ni en La Habana han dejado su costumbre de madrugar. “Nos levantamos a las 4h30 para despertar a los gallos para que canten”, me dice entre sonrisas Ricardo Téllez, más conocido como “Rodrigo Granda”. Me han citado a las 7am para entrevistar a tres miembros del Secretariado, máxima instancia de dirección de las FARC. Ellos están al frente de los diálogos que adelanta la organización insurgente con la delegación del gobierno colombiano, en La Habana. A este gran salón de una casa de “El Laguito”, donde residen (1), llegan también “Iván Márquez” y “Pablo Catatumbo”. Granda enciende un cigarrillo y bebe la segunda taza de café. Márquez tiene un gran tabaco cubano en la mano, que encenderá “después del desayuno”. Catatumbo sorbe el café y me repite: “Si los tres vamos a decir casi lo mismo, ¿para qué entrevistarme?”. Es la primera vez que un periodista logra tener a estos tres dirigentes guerrilleros juntos.
Hernando Calvo Ospina : Comandantes, llevan siete meses dialogando, negociando con la comisión del gobierno con miras a un proceso de paz. ¿Aún son optimistas?
Iván Márquez : El optimismo de las FARC lo da la determinación de buscar una solución política a esta confrontación, que ya se acerca a los cincuenta años. Como ellos no nos pueden derrotar militarmente, ni nosotros a ellos, debemos buscar la alternativa. Además las circunstancias, las realidades de hoy, tanto en Colombia como en el continente, indican que es el momento de buscar una salida incruenta. Las guerras no son eternas. Y en este plano hacemos todos los esfuerzos que sean necesarios para llegar al entendimiento con el gobierno.
HCO : ¿Qué se siente al tener tan cerca al que se caracteriza como enemigo?
IM : Aunque estamos sentados en la misma mesa dos grupos con visiones muy encontradas, casi antagónicas, ahí tenemos que tolerarnos para entendernos. En una mesa de negociaciones se debe observar un respeto por la contraparte, y creo que eso se hace recíprocamente. Existen momentos con discusiones álgidas, fuertes, pero muy pronto las cosas vuelven a su nivel pues sabemos que debemos llegar a entendimientos.
HCO : Las negociaciones en la guerra se bailan entre dos contrincantes. A mí me parece que más emotividad le ponen ustedes.
IM : Tiene razón. En el gobierno siempre ha existido la tendencia a buscar el sometimiento de la guerrilla como sinónimo de paz, y no la paz a través de cambios estructurales. Se quiere una paz gratis para las oligarquías. Nosotros estamos haciendo grandes esfuerzos para hacer entender que se necesita generar una atmósfera para la paz, y que ella se puede lograr a través de transformaciones institucionales y políticas. Nosotros estamos seguros de que lo más importante para Colombia es garantizar una democracia real donde el soberano, que es el pueblo, determine las políticas estratégicas; donde la opinión de la gente sea tenida en cuenta sin que se le estigmatice y asesine.